Para el año de 1927, en el Boletín Estadístico de Chihuahua, Jiménez aparecía como uno de los principales productores del destilado de sotol, con 17 mil litros.  

HISTORIASMX. – Entre las bondades del desierto del municipio de Jiménez, Chihuahua, crece una planta que, en tiempos arcaicos, fue utilizada por las tribus de nómadas, cazadoras y recolectoras como medio de obtención de agua, y fue durante las primeras décadas del siglo pasado, XX, para la obtención de un destilado de nombre mismo al de la planta, Sotol. 

En el estado de Chihuahua, para el año de 1905, se tenía un registro de 32 vinatas que producían 172 mil 752 litros de sotol y lechuguilla, cuya ganancia generada era de 41 mil 400 pesos.  

Actualmente el sotol enfrenta una amenaza ante la tala ilegal, para la extracción del destilado del mismo nombre que el de la planta.

Tiempo más adelante, para el año de 1927, información de la producción de sotol en el estado, indica que se producían 90 mil litros provenientes de veinte municipios.  

Entre los principales productores de sotol se encontraban: Madera, con 35 mil litros; Chinipas, 22 mil litros; Jiménez, 17 mil litros y Moris, 12 mil litros. Durante este mismo tiempo, en Jiménez, había una producción de sotol llamada Sotol las Escobas, de Don Sabas López.  

En las vastas extensiones del norte de México y el sur de Estados Unidos, se encuentra una planta que ha sido testigo desde tiempos remotos: el sotol, conocido también como sereque. Aunque su presencia en la dieta de los habitantes de estas tierras es ancestral, el sotol ha alcanzado mayor notoriedad como una de las bebidas alcohólicas típicas de México, especialmente en los estados de Coahuila, Durango y Chihuahua. 

El Sotol en el reino botánico. 

En la clasificación botánica, el sotol pertenece a la clase de las angiospermas, una planta con flores, del orden de las Liliáceas, familia Nolinaceaey género Dasylirium spp. 

En regiones como, Coyame del Sotol, la planta se encuentra completamente extinta, dado a su uso para la producción de sotol.

Diferentes especies de sotol se encuentran en gran parte del territorio mexicano, desde Aguascalientes hasta Baja California, y en el suroeste de los Estados Unidos. Sin embargo, la zona más densamente poblada se sitúa entre los territorios de Texas y Coahuila. 

De la cosecha al uso primitivo.

Es probable que las tribus primigenias de lo que hoy es Chihuahua utilizaran la «cabeza» del sotol como alimento, especialmente en épocas de sequía.

La transformación del sotol en una bebida alcohólica, según se sugiere, pudo haber llegado al norte desde Mesoamérica. 

A dependencias como PROFEPA, poco les importa aplicar la ley para frenar la sobreexplotación de esta planta, la cual en la mayor de la veces es sustraída de manera ilegal y sin control alguno.

Se cree que los habitantes mesoamericanos del desierto descubrieron que al asar las plantas de sotol y dejarlas reposar durante varios días, se obtenía un jugo dulce y embriagador. Este proceso se incorporó a las prácticas rituales religiosas con el tiempo. 

Del Siglo XIX al declive.

Durante el siglo XIX en el estado de Chihuahua, no existe una historia documentada del sotol, pero se sabe que las familias acaudaladas de las ciudades preferían vinos nacionales y extranjeros, mientras que las clases más humildes, como los peones de las haciendas y los rancheros, consumían sotol.

Durante el siglo pasado, Jiménez, fue uno de los principales productores de sotol en el estado de Chihuahua.

Según las estadísticas de 1907, en 1905, 32 vinatas de mezcal, sotol o lechuguilla en todo el estado producían 172,752 litros anuales, generando ingresos significativos. 

Sin embargo, con la llegada de la «ley seca» en los Estados Unidos y la campaña antialcohólica del gobierno federal, la persecución contra los vinateros se intensificó en Chihuahua. La producción industrial de sotol desapareció de las estadísticas, y la bebida sólo se conseguía de manera casi clandestina. 

Del Siglo XX a la actualidad: desafíos y oportunidades.

En los últimos setenta y cinco años, el sotol ha experimentado altibajos. La producción industrial desapareció de las estadísticas oficiales, y la bebida se volvió difícil de obtener, enfrentando la persecución de las autoridades. Sin embargo, en tiempos recientes, se ha hablado de revitalizar la producción de sotol como una alternativa para las zonas áridas del estado. 

La planta de sotol fue utilizada por las tribus de nómadas, cazadoras y recolectoras, para hidratarse, extrayendo agua de sus pencas.

A pesar de los esfuerzos actuales, existen desafíos significativos. La falta de programas emergentes para controlar la tala desmedida de sotol, la escasez de la planta en las zonas tradicionalmente productoras y la necesidad de una siembra extensiva son obstáculos que amenazan la sostenibilidad de la industria del sotol. 

Entre el pasado y el futuro.

El sotol, con su rica historia entre los habitantes del norte, se encuentra en un punto crucial. La revitalización de esta bebida autóctona no solo preserva una tradición ancestral, sino que también representa una oportunidad para el desarrollo sostenible en las áridas tierras de Chihuahua. El desafío radica en encontrar el equilibrio entre la modernidad y la preservación cultural, garantizando que el sotol no caiga en el olvido y que sus raíces sigan siendo parte fundamental de la identidad de la región. 

Por: Gorki Belisario Rodríguez Ávila. 

Fotografía: HISTORIASMX / Gorki Rodríguez. 

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