Al pie de la colina de la Sierra de los Holanes, una vista envidiable a los paisajes desérticos y rodeado de mezquites, lechuguillas, ocotillos, gatuños, zacate y algunas cactáceas, yace un misterioso panteón antiguo en donde descansan cuerpos de más de cinco niñas y niños, los cuales se dicen eran familiares de un general durante el periodo de la revolución.
HISTORIASMX. – Rodeado de lechuguillas, gatuños, mezquites, ocotillos y toda una flora diversa típica del Desierto Chihuahuense. La cerca de piedra volcánica, que ya en algunos tramos se encuentra decaída, se erige resistiendo a la intemperie y las duras condiciones del clima desértico. Está cerca de escasos 50 metros por 50 metros, delimita el terreno natural del de un pequeño panteón, que alberga unas 20 tumbas, aisladas en medio de la nada, solo rodeadas por la flora, fauna y paisajes desérticos.
Este panteón que parece que fue estratégicamente construido en una de las colinas de la Sierra de los Olanes, ubicada en la región sur del municipio de Jiménez, es un total enigma, ya que al interior de la pequeña cerca, se encuentran lápidas que indican y dan a conocer una alta tasa de mortalidad de niños y niñas. Lo que despierta algunas interrogantes del porqué tantos menores de edad sepultados ahí y cuál fue el motivo de sus muertes.
En el extremo sur del panteón, algunos montículos de piedra en forma de sarcófagos sobresalen de entre algunos matorrales que han crecido alrededor. En la parte alta de cada montículo de piedra, yacen algunas lápidas, algunas ya fracturadas o partidas a la mitad, de al menos diez infantes, entre niños y niñas cuya muerte es un misterio por develar, dado que, en los archivos históricos del municipio de Jiménez, se carece de información.
Don Domitilo Robles, quien vive en el llano, entre las sierras de Los Remedios y Holanes, platica que esos niños y niñas que están ahí, en ese panteón, son los hijos de un general del ejército –ya ahorita las lápidas están muy destruidas, eran más, pero hay mucha gente que se las ha llevado, no respetan y nada más quedan esas-.
A unos 5 kilómetros de donde se encuentra el panteón y justamente delante mismo, se encuentra la Ex-Hacienda de los Remedios, edificación que fue de una familia terrateniente y explotadora de principios del siglo XX, de apellido Russek. Esta construcción arquitectónica edificada en un estilo típico de la época, pudiera ser la clave del misterioso panteón ya que las fechas inscritas en las lápidas coinciden con las fechas o el periodo en el que estuvo habitada la Ex-Hacienda.
Los años de gloria de la hacienda, fueron en declive tras el periodo revolucionario iniciado en 1910. Este mismo periodo podría ser el mismo en el cual estuvo en funcionamiento el panteón, en donde yacen sepultados más de cinco cuerpos, entre niños y niñas.
En otra área del panteón se pueden encontrar tumbas más nuevas, de un periodo no tan remoto como las de los niños y niñas que se encuentran sepultados en el sitio.
