El cultivo de nogal ha sido uno de los factores clave en el agotamiento del acuífero. Este cultivo, de alto consumo hídrico, ha llevado a la expansión de la frontera agrícola en la región, con un uso excesivo del agua para riego.
HISTORIASMX. – El acuífero Jiménez-Camargo, ubicado en el sur del estado de Chihuahua, enfrenta una crisis alarmante debido al creciente déficit hídrico que ha experimentado en la última década. Desde el 2015 hasta el 2024, este acuífero ha incrementado su déficit en más de 25 millones de metros cúbicos de agua, lo que lo sitúa en una situación crítica con un déficit total de 167 millones 374 mil 574 metros cúbicos anuales. Las principales causas son el uso indiscriminado del agua para cultivos de nogal, la perforación ilegal de pozos y la falta de control en la extracción del recurso para la irrigación del cultivo del nogal principalmente.
El Impacto de los Cultivos de Nogal
El cultivo de nogal ha sido uno de los factores clave en el agotamiento del acuífero. Este cultivo, de alto consumo hídrico, ha llevado a la expansión de la frontera agrícola en la región, con un uso excesivo del agua para riego. La situación se agrava con la proliferación de pozos clandestinos que no están regulados ni monitoreados por la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), lo que contribuye al agotamiento acelerado del manto freático.
Comparación del Déficit Hídrico 2015 vs. 2024
En 2015, el acuífero ya presentaba un déficit de 142 millones 135 mil 710 metros cúbicos de agua, lo que evidenciaba la sobreexplotación del recurso. A lo largo de estos nueve años, el déficit ha aumentado considerablemente, alcanzando los 167 millones 374 mil 574 metros cúbicos en 2024, lo que representa un crecimiento preocupante de más de 25 millones de metros cúbicos en este periodo.
Regulación y Normativa
La Ley de Aguas Nacionales (LAN) y su reglamento establecen que la CONAGUA debe publicar la disponibilidad de las aguas subterráneas por acuífero en el Diario Oficial de la Federación (DOF). Esto debe basarse en estudios técnicos que contemplen la NOM-011-CONAGUA-2015, que establece especificaciones para determinar la disponibilidad media anual del recurso. Sin embargo, la falta de control en la implementación de estas regulaciones ha permitido la extracción desmedida, agravando la crisis hídrica.
Localización y Contexto Geopolítico
El acuífero Jiménez-Camargo se encuentra en una región con escasez natural de agua, caracterizada por un clima muy seco y baja precipitación media anual (340 mm). Este acuífero abarca una superficie de 9,948.39 km² y se localiza en los municipios de San Francisco de Conchos, Camargo, Allende, Jiménez, López, Coronado y Matamoros, en el estado de Chihuahua. La zona está sujeta a diversas disposiciones de veda para el alumbramiento de aguas subterráneas, lo que restringe el uso del recurso en ciertas áreas.
Problemas Administrativos y Falta de Información
Una de las mayores dificultades en la gestión del acuífero es la escasa información piezométrica disponible, lo que impide un monitoreo adecuado del nivel estático del agua. Esto ha llevado a estimaciones conservadoras sobre la recarga del acuífero, utilizando métodos como el balance hidrometeorológico. Sin embargo, la falta de datos precisos dificulta la implementación de medidas efectivas para enfrentar la crisis.
Cálculo de Disponibilidad y Balance Hídrico
El balance hídrico del acuífero se determina a partir de la ecuación básica de conservación de la masa: Entradas (Recarga) – Salidas (Extracción) = Cambio en el Almacenamiento. En este caso, la recarga total es de 174.9 hm³ anuales, mientras que la extracción reportada es de 336.7 hm³ anuales, lo que resulta en un déficit de 167.374 hm³ anuales. Este cálculo refleja la grave situación de sobreexplotación que enfrenta el acuífero.
El acuífero Jiménez-Camargo se encuentra en un estado crítico debido a la sobreexplotación del recurso hídrico y la falta de control en la extracción. A pesar de las normativas vigentes y las restricciones de veda, el incremento en la frontera agrícola, especialmente para el cultivo de nogal, ha exacerbado la situación. Si no se implementan medidas drásticas de regulación y conservación, el acuífero podría enfrentar un colapso total, poniendo en riesgo no solo el suministro de agua para la región, sino también la sostenibilidad de los ecosistemas y la economía local.
El municipio de Jiménez, en el estado de Chihuahua, enfrenta una crisis hídrica sin precedentes. Tras más de 40 años de cultivo de nogales, el acuífero Jiménez-Camargo, que abastece a esta región desértica, ha sido severamente sobreexplotado, generando un déficit hídrico alarmante.
Este año las nogaleras en Jiménez consumirán 216 millones 410 mil metros cúbicos de agua para producir nuez.
La situación ha alcanzado tal punto que, para el año 2024, se estima que las nogaleras del municipio consumirán más de 216 millones de m³ de agua, mientras el acuífero presenta un déficit anual de 167 millones de m³.
Un Desierto Hídrico: El Impacto de la Agricultura Intensiva.
Desde la introducción de los primeros nogales en Jiménez hace más de cuatro décadas, la demanda de agua para el riego ha sido insostenible. Inicialmente, el riego se realizaba mediante inundación, seguido por aspersión y luego por goteo, técnicas que han evolucionado a lo largo de los años.
Cada nogalera anualmente según la SADER, consume de entre 19 mil a 20 mil metros cúbicos anuales.
Actualmente, se utiliza el sistema de riego de raíz profunda, que ha permitido la expansión de la superficie cultivada, pero también ha intensificado la extracción de agua del acuífero.
Los datos son reveladores: cada hectárea de nogales requiere aproximadamente 19,000 m³ de agua anualmente, lo que equivale a 19 millones de litros. Con 11,390 hectáreas de nogales actualmente en producción, la demanda total para 2024 alcanzará 216 millones de m³.
El agua del acuífero Jiménez-Camargo se la han acabado los nogaleros al extraer a diestra y siniestra el agua del subsuelo, dejando a la comunidad agua contaminada con metales pesados como el Arsénico y Plomo.
Esta cantidad es desproporcionada en comparación con los 19 m³ de agua que cada habitante de Jiménez consume anualmente.
Déficit Hídrico y Contaminación: Una Crisis Creciente.
La sobreexplotación ha llevado al acuífero Jiménez-Camargo a una situación crítica. Según un estudio de 2015, el acuífero presentaba un déficit de 142 millones de m³ anuales. La situación ha empeorado con el tiempo, y actualmente se enfrenta a un déficit de 167 millones de m³. La extracción anual es de 303.1 millones de m³, mientras que la recarga es apenas de 173.3 millones de m³.
Además de la escasez de agua, la calidad del recurso hídrico se ha deteriorado. La sobreexplotación ha llevado a la contaminación del agua con metales pesados como arsénico y plomo, afectando la salud de la población y reduciendo la calidad del agua disponible para el consumo humano.
Impacto en la Comunidad y el Medio Ambiente.
La crisis hídrica no solo afecta a los habitantes de Jiménez, sino también a la economía local. La sobreexplotación del acuífero ha llevado a la pérdida de 500 hectáreas de nogales debido a la falta de agua. La situación ha tenido un impacto negativo en la economía local, con empresas que se han visto desalentadas a establecerse en la región debido a la escasez de agua y la contaminación.
A nivel estatal y nacional, el caso de Jiménez se ha convertido en un ejemplo de las consecuencias de una gestión inadecuada del recurso hídrico. Belisario Rodríguez, un destacado activista, ha liderado esfuerzos para concienciar sobre la gravedad de la situación y ha exigido una mejor administración del agua.
Medidas Regulatorias y Recomendaciones.
El acuífero Jiménez-Camargo está sujeto a varias disposiciones legales destinadas a regular su explotación. Entre ellas se incluyen decretos de veda publicados en 1951, 1962 y 1965, así como un acuerdo general de suspensión provisional emitido en 2013. Sin embargo, estas medidas no han sido suficientes para detener el deterioro del acuífero.
Actualmente la sobreexplotación del agua ha comenzado a afectar a los mismos sobreexplotadores (nogaleros). Dado que se han secado más de 500 hectáreas de nogal en Jiménez, según la SADER.
Para abordar la crisis, se recomienda la eliminación de las vedas obsoletas y la implementación de un ordenamiento integral para la gestión del acuífero. Esto incluye la creación de un padrón confiable de usuarios y la regulación estricta de la extracción de agua para garantizar la sustentabilidad a largo plazo.
La crisis hídrica en Jiménez es un reflejo de los desafíos que enfrentan muchas regiones desérticas en México y el mundo. La sobreexplotación del acuífero Jiménez-Camargo ha puesto en evidencia la necesidad urgente de una gestión más responsable del recurso hídrico. La situación requiere una acción coordinada entre autoridades locales, estatales y federales, así como la participación activa de la comunidad, para garantizar la sustentabilidad del agua y la preservación del medio ambiente para las generaciones futuras.
Por: Gorki Rodríguez.