El surgimiento del equipo infantil los compadritos tienen como objetivo el hacer perdurar el legado de la charrería, así como que el día de mañana los integrantes del equipo, representen al municipio en diversos concursos.
HISTORIASMX. – La charrería en México, surgió en el medio rural en comunidades dedicadas a la cría y pastoreo de ganado, se ha convertido en un icono de la cultura nacional, que ha trascendido fronteras, a tal grado que, en el año del 2016, fue inscrito en la lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO.
Mariana Saénz, capitana del equipo Escaramuza Soles del Desierto del municipio de Jiménez, Chihuahua, con gran emoción comenta que el Equipo Infantil Charro, Los Compadritos, fue fundado en agosto del 2023, con el firme objetivo de inculcar a las nuevas generaciones el amor y pasión por la charrería.
La categoría del equipo de reciente creación es denominada “Dientes de Leche”, por ser menores a los 10 años de edad. Asimismo, otro de los objetivos prioritarios es el que representen a Jiménez en todas sus categorías en un futuro próximo.
Actualmente, menciona Mariana, el equipo está conformado por 11 integrantes: Julián Casillas; Tiago y Nicolas Gallegos; Leonardo Salmón; Andany Uriona; Ricardo Montaño; Elier Garza; Juan Carlos Martínez; Joel Villalobos; Jessy Guerrero; Adrián Gonzales y Gerardo Barajas.
Los integrantes del equipo mencionan que, algunas de las cosas que han aprendido es a florear la soga, montar, lazar y sobre todo, destacan, el perder el miedo a los caballos.
Mariana refiere que, “este bello deporte les ayuda a los niños en su crecimiento, ya que pierden el miedo a muchas cosas, por ejemplo, a los caballos; ayuda a mejorar su coordinación; es un deporte sano en el cual ponen a prueba sus habilidades y destrezas, así como parte de lo aprendido”.
Asimismo, los integrantes del equipo concuerdan en que, dentro del equipo existe una hermandad que los une a ser uno solo, ya que durante las prácticas se ayudan mutuamente y disfrutan mucho de la convivencia con sus compañeros.
Surgimiento de la Escaramuza Soles del Desierto de Jiménez:
En el vasto y árido paisaje de Jiménez, Chihuahua, donde el polvo se mezcla con la pasión, nació en 1998 un equipo que ha marcado su huella en la historia de la Charrería: las «Soles del Desierto«. Fundado por la Sra. María Soledad Romero Sosa, junto a sus hijos Mariana y Heriberto Sáenz Romero, este equipo ha florecido en la ciudad de Jiménez, Chihuahua, convirtiéndose en sinónimo de excelencia y dedicación.
Este equipo de gran renombre ha logrado ser 10 veces campeonas estatales, una vez subcampeonas nacionales en el 2014 y 4 veces campeonas nacionales en 2005, 2010, 2012, 2021. Posicionado como uno de los mejores equipos a nivel Nacional.
Durante este año, ha logrado obtener el primer lugar estatal 2023, además de ser subcampeonas Charras de Acero, campeonas Torneo Centenario.
A día de hoy, se encuentran posicionadas para competir en las semifinales nacionales en la ciudad de San Luis Potosí.
Las integrantes que conforman el equipo de la Escaramuza Soles del Desierto, son: Mariana Sáenz Romero; Alondra Martínez Sáenz; Ariana Gardea Barraza; Marian Holguín Martínez; Mariana Alejandra Sánchez Abes; Daniela Robles Madrigal; Renata González Robles y Sayra Pérez Reye. Quienes imprimen en cada competencia el amor, pasión y diciplina por este deporte nacional.
Historia del surgimiento de la charrería:
En la Nueva España, durante el tiempo de la Colonia, los indígenas enfrentaron menosprecio y rigidez en casi todas sus actividades. Sin embargo, entre las muchas restricciones, el caballo se erigió como un elemento clave en la conquista, temido por su potencial revelador de secretos estratégicos.
El permiso para que los indígenas montaran a caballo fue una rareza, otorgada por el Marqués de Guadalcazar en 1619, marcando el inicio de una relación que llevaría a la consolidación de la Charrería.
Durante el siglo XVI, el Virrey de la Nueva España, Don Luís de Velasco, introdujo monturas distintas y arneses propios para la labor vaquera, dando origen a las primeras sillas mexicanas y frenos de estilo único.
Personalidades como los caciques Otomíes, Nicolás Montañéz y Fernando de Tapia, junto con el instructor Fray Pedro Barrientos, contribuyeron a la formación de la cacharrería entre 1531 y 1555.
Asimismo, la figura destacada de Sebastián de Aparicio, quien enseñó a domar bovinos y ganado caballar, incluso desafiando la prohibición que reservaba este arte a los conquistadores, fue crucial en la expansión de la Charrería desde la Mesa Central hasta los confines del Virreinato. Este oficio, conocido como Charrería, floreció en las haciendas de Hidalgo, Puebla y el Estado de México, extendiéndose posteriormente por toda la Nueva España.
Para el año de 1880, la Charrería dio un paso hacia la profesionalización con la aparición de Ponciano Díaz, conocido como «Charro Ponciano». Originario de la Hacienda de Atenco en Hidalgo, contribuyó significativamente al impulso y desarrollo de la Charrería.
Ponciano combinó la Charrería con la Tauromaquia, siendo el primero en ejecutar la suerte de banderillas a caballo. Junto con su equipo, viajó a España en 1889 para exhibir la Charrería y los toros al estilo mexicano.
al pasar de los años, la Charrería se expandió internacionalmente, llevando consigo la riqueza de la tradición mexicana a países como Argentina, Colombia, Venezuela, Chile, Estados Unidos, Canadá, España, Francia y Portugal. Este arte ha inspirado a poetas, pintores, músicos, historiadores y artesanos, convirtiéndose en un símbolo arraigado de la cultura mexicana.
La Charrería fue declarada «Deporte Nacional» por el presidente de la República, Don Manuel Ávila Camacho, y el 14 de septiembre fue instituido como el «Día del Charro».
Mientras que la Federación Nacional de Charros, fundada en 1933, unificó criterios y reglamentos, consolidando la práctica de este deporte en todo México.
La Charrería, más allá de ser un deporte, es una forma de vida. Sus practicantes, conocidos como Charros, realizan proezas con valentía y destreza, activando todos los músculos del cuerpo en una conexión única con el caballo. Esta tradición está arraigada en la historia, la disciplina y la cultura mexicana.
En los Congresos Nacionales de Charrería, los equipos compiten para destacar entre los mejores del país, llevando consigo una tradición que ha sido tema de estudio y admiración. La Charrería, con sus diez suertes reglamentadas, es un deporte completo que requiere habilidad, destreza y conexión con los caballos.
La vestimenta de los Charros no es solo un uniforme, sino una expresión de la rica cultura mexicana. Desde el traje de Faena hasta el de Etiqueta, cada atuendo refleja la evolución de la Charrería y se rige por normas precisas. La elegancia y la sobriedad son fundamentales, y la Federación regula cada detalle, desde el sombrero hasta los zapatos.
La Charrería, con su legado centenario, se mantiene como una tradición viva que ha trascendido fronteras. Desde sus humildes inicios en las haciendas hasta convertirse en un Deporte Nacional, la Charrería sigue siendo una expresión de la identidad y la destreza mexicana, capturando el corazón de aquellos que buscan una conexión profunda con la historia y la cultura de México.
Por: Gorki Rodríguez.
Fotografía: HISTORIASMX / Gorki Rodríguez.