Durante las festividades del Santo Patrono de las Causas Imposibles en el 2022, se registró un sacrificio de 380 porcinos en el Rastro Municipal. 

HISTORIASMX. – Durante las festividades de San Judas Tadeo, en el mes de octubre del presente año, se registró un sacrificio de porcinos en el Rastro Municipal de Jiménez de 311 cabezas, según información del director del rastro, Omar González.  

Respecto al 2022, en donde se sacrificaron 380 porcinos; comentó el director del rastro, este año se registró una disminución de 69 porcinos. La disminución probablemente se deba a los estragos que la sequía ha provocado en la industria pecuaria. 

Desde las festividades a San Judas Tadeo, en adelante se registra un incremento en el sacrificio de porcinos, cuya carne se utiliza en la elaboración de la tradicional comida de reliquia. 

Asimismo, para el mes de diciembre, comentó Omar Gonzales, se prevé un repunte en el sacrificio de cerdos, derivado de las fiestas decembrinas.  

Comida de Reliquia: una tradición culinaria elaborada con carne de puerco.  

En la pintoresca ciudad norteña de Torreón, México, se lleva a cabo un evento anual que fusiona lo sagrado, lo filantrópico y lo gastronómico: La Reliquia. Este acontecimiento, arraigado en la identidad cultural de la región, reúne a familias de diferentes clases sociales para celebrar y compartir una tradicional comida con profundo significado. 

La Reliquia no es simplemente un banquete, es un acto de devoción a algún santo o a la Virgen, como la Virgen de Guadalupe o la Virgen de San Juan de los Lagos. Las familias, pertenecientes a las clases medias y populares de México, se congregan para rendir homenaje a sus creencias y compartir un festín anual. 

El menú de La Reliquia es un auténtico banquete, encabezado por un suculento asado de cerdo acompañado de una guarnición única: siete sopas de pasta. Lo extraordinario de este evento radica en que, a pesar de la magnitud del festín, la entrega de la comida es gratuita. Los participantes pueden solicitar sus platillos favoritos y, si así lo desean, repetir la experiencia sin restricciones. 

La preparación y distribución de La Reliquia son parte de un acto religioso que une a las familias, invitados y vecinos. Se inicia con la predica religiosa, que incluye el rezo de cinco misterios del rosario y las letanías. Posteriormente, la danza de los machetines señala el domicilio donde se llevará a cabo la ofrenda de La Reliquia. 

La distribución de la comida se realiza de manera organizada para las familias elegidas y sus invitados. Aquellos vecinos que solo participan en la comida, sin haber tomado parte en el rezo, deben llevar sus propios platos. En ocasiones, cuando la concurrencia es numerosa, se forman filas para recibir La Reliquia. 

Si bien La Reliquia es conocida por su valor cultural, su riqueza no se limita a la experiencia gustativa. Este evento, arraigado en orígenes culturales que se remontan a la época prehispánica, representa la herencia de las migraciones que poblaron Torreón. 

La aceptación de La Reliquia varía entre clases sociales. Mientras las familias de clases medias y populares abrazan la tradición con entusiasmo, las clases altas a veces la observan con recelo. Sin embargo, este evento espontáneo ha logrado trascender las generaciones, consolidándose como una expresión auténtica de la identidad torreonense. 

A diferencia de otras regiones, en Torreón, la Reliquia no distingue entre clases sociales. Su autenticidad y arraigo en la cultura local la convierten en un evento único que, a pesar de sus orígenes humildes, ha alcanzado un estatus venerado por la comunidad. En este rincón de México, La Reliquia es más que una comida; es un lazo que une a la comunidad en torno a la fe, la tradición y el sabor inigualable de la gastronomía local. ¡Que viva La Reliquia! 

Por: Gorki Belisario Rodríguez Ávila.  

Fotografía: SADER. 

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