Pemex adoptará un régimen fiscal simplificado y reducirá sus gastos operativos con el objetivo de fortalecerse como empresa pública y estratégica para México.
HISTORIASMX.- La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo anunció una reestructuración fiscal y administrativa para mejorar la eficiencia de Petróleos Mexicanos (Pemex). A partir del próximo año, Pemex adoptará un nuevo régimen fiscal, pagando únicamente el Derecho Petrolero para Bienestar, con una tasa de 30 por ciento, y aplicará una política de austeridad republicana para reducir costos y optimizar recursos.
Un régimen fiscal simplificado y más justo
La mandataria detalló que con el nuevo esquema, Pemex pagará solo un derecho asociado a su producción, eliminando pagos complicados de calcular, como los derechos de exploración, extracción y utilidad compartida. Este derecho único, el Derecho Petrolero para Bienestar, permitirá a la empresa utilizar sus ingresos para inversión y operación, asegurando un uso transparente de sus recursos en beneficio del país.
Reducción de costos y eficiencia operativa
Víctor Rodríguez, director de Pemex, explicó que la empresa busca una reducción de gastos de 50 mil millones de pesos mediante la eliminación de 40 filiales innecesarias. Este plan de austeridad se enfocará en eliminar costos redundantes y aumentar la productividad. «Vamos a integrar a Pemex en una sola entidad, haciendo la empresa más ligera, robusta y sostenible,» señaló Rodríguez.
Fortalecimiento como empresa estratégica
La nueva estrategia incluye la integración de todas las subsidiarias y filiales bajo una sola Pemex, reduciendo la complejidad administrativa y fortaleciendo la empresa como pieza clave de la independencia energética de México. Rodríguez también enfatizó el compromiso con los pagos a proveedores y el objetivo de seguir disminuyendo la deuda, actualmente de 99 mil millones de dólares, a través de una disciplina financiera.
Austeridad y transparencia en la nueva Pemex
Sheinbaum destacó que el nuevo plan de austeridad republicana se enfocará en gastos administrativos y redundantes, sin afectar la operación. Además, el próximo año, las leyes secundarias respaldarán esta transformación, haciendo a Pemex más transparente y eficiente, al tiempo que reducirá la burocracia y los costos asociados a sus filiales.