Fueron los guardianes de parte de las áridas tierras del Bolsón de Mapimí, la tribu que resistió a la conquista de los europeos, hasta que finalmente los conquistadores los masacraron y exterminaron.  

HISTORIASMX. – Los tobosos, enigmáticos habitantes del Bolsón de Mapimí y regiones circundantes, se erigieron como una fuerza indígena formidable, enemiga acérrima de las tribus del valle, especialmente los Irritila.  

Los tobosos, dotados de un idioma propio llamado toboso, exhibían una profunda influencia de los tepehuanes. Su vida giraba en torno a la caza, utilizando herramientas como la honda y la lanza para garantizar sus necesidades alimenticias.  

Este arte de la caza no solo era una actividad vital, sino también un componente esencial de su identidad como pueblo. 

Resistencia ante la intervención española. 

El territorio del Bolsón de Mapimí se convirtió en el escenario de una resistencia tenaz por parte de los tobosos contra la intervención española. A lo largo del siglo XVII, representaron un desafío constante para el Gobierno central español, atacando asentamientos y resistiéndose a la dominación extranjera. 

Asociados con los habitantes de La Junta de los Ríos, cerca de Presidio, Texas, los tobosos enfrentaron una realidad más vulnerable al sur, donde las incursiones esclavistas españolas eran más intensas. 

 A diferencia de los indios en La Junta, que dieron una bienvenida amistosa a los exploradores españoles, los tobosos optaron por huir, marcando así el tono de su respuesta a los invasores europeos. 

Ataques y rechazo al cristianismo. 

En la década de 1640, los tobosos intensificaron sus ataques, focalizándose en asentamientos misioneros españoles y minas tarahumaras. A pesar de ser trasladados a las misiones de Monterrey, muchos tobosos rechazaron el cristianismo y abandonaron las misiones, siendo catalogados como «ladinos» por los españoles, indicando astucia y conocimiento de la forma de vida española. 

Hacia 1680, la desestabilización causada por los tobosos afectó incluso a los jumanos de La Junta, complicando la cooperación con los españoles.  

Organizados en tribus, su número disminuyó con el tiempo, pasando de 12 a solo cuatro tribus identificadas por los españoles: Osatayogliglas, Guazapayogliglas, Chichitames y Sisimbles. 

Declive y mestizaje. 

Para el año 1800, los tobosos que permanecieron en México fueron esencialmente absorbidos por el mestizaje. No obstante, algunos emigraron a la costa de Texas, asentándose cerca de la Misión de Nuestra Señora del Refugio desde 1807 hasta al menos 1828, como revelan registros bautismales. 

Desde 1776, grupos Karankawas y tobosos llegaron a la isla Matagorda, huyendo de las misiones, probablemente dejando atrás a sus últimos descendientes directos. 

Los tobosos, en su resistencia tenaz, dejaron una marca indeleble en la historia de la región. Su capacidad para adaptarse, resistir y, finalmente, su mestizaje, revelan la complejidad de la interacción entre culturas en la América colonial. La historia de los tobosos resuena como un eco de valentía y supervivencia en un tiempo de cambios y conflictos. 

Por: Gorki Belisario Rodríguez Ávila.  

Fotografía: Archivo.  

Por historias