Detrás de la Sierra del Diablo, ubicada en la zona sureste del municipio de Jiménez Chihuahua, en la franja del sotol; habitan en un entorno natural prácticamente virgen, grandes familias de palmas Filiferas, que pese al temporal invernal y clima de menos 5 grados centígrados, florecen, ofreciendo todo un espectáculo.

Historias. – A cinco horas de la ciudad de Jiménez, en orientación al suroeste del municipio, se encuentra la Sierra del Diablo, un ecosistema casi virgen donde habita una gran diversidad de especies de flora y fauna.

Detrás de la Sierra del Diablo, con vista a la Sierra del Almagre, frontera del municipio de Jiménez de Chihuahua y el estado de Coahuila, en la franja del sotol, se encuentran grandes familias de palmas Filiferas, algunas de las cuales, al estar dentro de microclimas de la Sierra del Diablo, y pese a las temperaturas congelantes que se han registrado durante el temporal invernal 2022-2023, florecen ofreciendo todo un espectáculo visual.

En las faldas de una de las aristas de la parte trasera de la Sierra del Diablo, grandes palmeras se erigen a lo alto de la vegetación de la zona, mayormente conformada por arbustos; palmeras que dan la impresión de ser apaches que se encuentran en resguardo de la sierra.

Conforme se avanza entre el terreno escabroso de la Sierra del Diablo y hasta llegar a los bajíos o cañones que se forman por dos o más cerros, es donde se pueden apreciar algunos especímenes de Palma Filifera en floración, pese a ser temporada de invierno.

Derivado de que las palmas que se encuentran entre este tipo de formaciones de la sierra están dentro de microclimas, por lo general más cálidos; es posible apreciar palmas en estado de floración aún y cuando es en temporal invernal.

Una de las principales características de la Palma Filifera, es que crecen en suelos profundos, drenados o en cuencas endorreicas y en terrenos de una altura de 500 a 2400 metros sobre el nivel del mar; por lo que, en las faldas de la Sierra del Diablo, es donde se pueden hallar las más grandes poblaciones de palma.

Así mismo, la Palma Filifera puede alcanzar una altura de hasta 10 metros y con diversas ramificaciones de donde crecen hojas de hasta 55 cm por 33 cm, lineares oblanceoladas, constreñidas cerca de la base, rígidas y ásperas en ambas superficies que terminan en punta.

La flor de la Palma Filifera, cuyo hábitat tiene influencia en los estados del norte de México y parte del sur de los Estados Unidos de América, es de un color blanco intenso, con tonos amarillentos en la parte del centro; crece en la parte alta de la palma, mediante el brote de varios tallos que contienen flores de hasta 6 pétalos.

Para la fauna local, la flor de la Palma es un manjar único y esquisto, comida predilecta de murciélagos, insectos y colibríes que degustan de su néctar.

Las tribus nómadas de cazadores-recolectores que habitaron antes y durante la llegada de los primeros exploradores al municipio de Jiménez, la Palma Filifera era aprovechada por sus flores comestibles, así como por sus hojas, con las cuales elaboraban cestos, calzado y tapetes para cubrirse del frío del suelo.

Actualmente la flor de la Palma Filifera, es utilizada en algunos estados de México, para la elaboración de alimentos gourmet o bien para unas tradicionales quesadillas de flor de palma, un manjar único.

Situadas en la Sierra del Diablo del municipio de Jiménez Chihuahua, algunos ejemplares de Palma Filifera, que se hallan dentro de microclimas, florecen en pleno invierno, ofreciendo un espectáculo visual único.

Fotografía: Historias/Gorki Belisario.

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