En el vasto y árido territorio del Bolsón de Mapimí, en el norte de México, emerge un arbusto que se convierte en un símbolo de vida en medio de la aridez. Este arbusto, conocido como Ocotillo (Fouquieria splendens), florece en las condiciones más adversas, convirtiéndose en una fuente crucial de alimento para la fauna de la región.
HISTORIASMX. – El Ocotillo, cuyo nombre científico nos evoca su esplendor, es un arbusto que alcanza alturas de 2 a 6 metros, con ramas simples que surgen desde la base y se adornan con espinas a lo largo de su extensión. Este resistente habitante del Desierto Chihuahuense es característico del norte de México, encontrándose en estados como Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila y Durango. Durante la mayor parte del año, este arbusto permanece despojado de hojas, pero cuando las primeras lluvias caen sobre la región, sorprendentemente, las hojas emergen en sus ramas.
En el Bolsón de Mapimí, en el estado de Durango, la magia del Ocotillo se manifiesta con especial intensidad. Después de una lluvia fuerte, las ramas de estos arbustos ya están cubiertas de hojas en tan solo unas horas. Esto no solo es un asombroso ejemplo de adaptación al entorno, sino que también se convierte en un recurso vital para la fauna local.
En el mes de marzo, cuando la sequía impera y el paisaje parece inhóspito, el Ocotillo florece con inflorescencias de un rojo brillante. Estas flores son irresistibles para los habitantes del desierto. Desde insectos y aves hasta los majestuosos venados bura que deambulan en la Reserva de la Biosfera de Mapimí. Los venados se alzan sobre sus patas traseras para alcanzar estas flores y disfrutar de su néctar.
La Reserva de la Biosfera de Mapimí es un espacio protegido de aproximadamente 350,000 hectáreas, donde el Instituto de Ecología, A.C. lleva a cabo investigaciones clave. Entre ellas, destaca el estudio de la ecología y el comportamiento del venado bura (Odocoileus hemionus), una especie importante en el ecosistema y con un alto valor cinegético. La instalación de collares con radiotransmisores que monitorean la actividad de los venados ha proporcionado información valiosa sobre sus hábitos y movimientos.
En particular, durante marzo, se ha observado que los venados bura se alimentan intensamente de las flores del Ocotillo, incluso compartiendo un solo arbusto entre varios de ellos. Esta elección de alimento ha llevado a investigadores a preguntarse por qué estas flores son tan atractivas para los venados. Para responder a esta pregunta, se están realizando estudios para cuantificar la cantidad de inflorescencias que produce cada planta de Ocotillo, cuántas de ellas están disponibles para los venados y qué nutrientes contienen.
Los resultados preliminares sugieren que estas flores, ricas en néctar, podrían ser una fuente vital de energía para los venados bura, especialmente durante períodos críticos de sequía. Esto subraya la importancia de conservar el Ocotillo en el Bolsón de Mapimí, no solo como un ejemplo de adaptación impresionante en el reino vegetal, sino como un recurso alimenticio invaluable para la vida silvestre de la región.
En medio de las condiciones desafiantes del desierto, el Ocotillo brilla como un oasis de vida, recordándonos la sorprendente capacidad de la naturaleza para prosperar en los lugares más inhóspitos. Su preservación es esencial para garantizar el bienestar de la fauna del Bolsón de Mapimí y la belleza única de este rincón del desierto.
Por: Gorki Belisario Rodríguez Ávila.
Fotografía: HISTORIASMX / Gorki Rodríguez.