El Echinomastus unguispinus presenta un tallo esférico y ligeramente cilíndrico, con una densa cobertura de espinas que lo hace fácilmente reconocible.
HISTORIASMX. – En un giro emocionante para la botánica, los investigadores han revelado nuevos detalles sobre la fascinante especie de cactus, Echinomastus unguispinus. Este cactus solitario, parte de la familia Cactaceae, ha cautivado la imaginación de los científicos y entusiastas de las plantas por igual, gracias a su distintiva apariencia y su hábitat en Norteamérica.
El Echinomastus unguispinus presenta un tallo esférico y ligeramente cilíndrico, con una densa cobertura de espinas que lo hace fácilmente reconocible. Sus tallos, que pueden alcanzar entre 7 y 11 centímetros de altura y de 8 a 14 centímetros de diámetro, exhiben un cautivador tono azul y verde que añade a su singular belleza. Además, sus flores en forma de embudo, de color rojo parduzco, agregan un toque de color a su entorno desértico.
Esta especie, que cuenta con entre 18 y 21 costillas, se distribuye en varios estados mexicanos, incluyendo Chihuahua, Coahuila, Durango, Zacatecas y San Luis Potosí. Su nombre científico, Echinomastus unguispinus, refleja su apariencia única, con «Echinomastus» derivado del griego para «erizos» y «pecho», en referencia a las verrugas espinosas de la planta, y «unguispinus» que significa «espinas como garras» en latín.
Este descubrimiento reciente ha generado un renovado interés en la diversidad botánica de la región, así como en la conservación de estas especies únicas. Los científicos esperan que un mayor estudio de esta fascinante planta arroje más luz sobre su ecología, comportamiento y su papel en los ecosistemas del desierto.
El Echinomastus unguispinus continúa siendo un tesoro natural para los amantes de la botánica y un recordatorio sorprendente de la belleza y la diversidad de la flora del desierto de Norteamérica.
Fotografía: Julie Ibarra.