La colonización de Juan de Oñate (1595-1598) con 7000 cabezas de ganado también tuvo un impacto significativo en la ganadería regional.
HISTORIASMX. – El ganado vacuno ha sido fundamental para moldear la civilización y dar estabilidad al nuevo hombre americano: indígena, español, criollo y mestizo.
Su impacto en la colonización, economía, trabajo familiar, comercio, nutrición e industria ha sido significativo, dependiendo en gran medida de su explotación.
Origen del Ganado Bovino Criollo Americano.
Manuel Beteta (1997), apoyado por Aparicio Sánchez (1996) y otros estudiosos, concluyó que los tipos de ganado español se originaron a partir del «Bos taurus primigenius» de Europa y África. Esto, junto con influencias mutuas y del medio, dio lugar a variaciones en los tipos de animales, agrupados en tres troncos bovinos en España.
El más influyente en América fue el Tronco Turdetano (rojo convexo), con razas como Retinta, Berrenda en Colorado y Rubia Gallega, que fueron la base de la ganadería iberoamericana.
El Tronco Ibérico (negro ortoide) y el Tronco Cántabro (castaño cóncavo) tuvieron menor influencia en América. La raza de Lidia, aunque pertenece al tronco ibérico, no fue predominante.
Adaptación y Desarrollo del Ganado Criollo.
El ganado criollo se desarrolló a partir de los bovinos europeos, principalmente españoles, traídos después de la conquista, adaptándose evolutivamente a diversas regiones ecológicas de América (De Alba, 1981). Las razas criollas se desarrollaron por su función zootécnica, aislamiento y selección natural, enfrentando retos específicos en su conservación.
La interacción de ganaderos con instancias científicas y mercados es crucial para su preservación y mejora (Sponenberg, 2008).
Embarques Iníciales de Ganado al Nuevo Mundo.
Los primeros embarques de vacunos hacia el Nuevo Mundo se realizaron en el segundo viaje de Cristóbal Colón (Cádiz, 25 de septiembre de 1493). Debido al espacio limitado en las naves, se embarcaron becerros, cerdos y ovejas con destino a Santo Domingo. En el tercer viaje (30 de mayo de 1498), se enviaron más animales, incluidos caballos y parejas de bovinos y asnos.
La introducción del ganado vacuno en el mundo novohispano fue lenta y difícil debido a problemas de salud y nutrición de los becerros y la imposibilidad de manejar animales adultos en barcos rudimentarios. Las autoridades de La Española limitaron la salida de ganado y urgieron a la Corona por nuevos envíos de bovinos y caballos, prefiriendo cerdos, ovejas y cabras por su fácil transporte (Sastre, 2003).
Razas Españolas y su Influencia en América.
Los embarques se iniciaron en la costa suroeste de España, entre Huelva y Cádiz, región conocida como «puerta de América», donde se encontraban razas como Retinta, Berrenda en Rojo y Negro, Salinera, Cárdena y Negra Andaluza. Estas razas fueron fundamentales para el desarrollo de la ganadería criolla en América. Estudios de inmunogenética muestran una estrecha relación entre razas españolas y criollas (Hernández, 2007).
El Bovino Criollo Mexicano.
Descendiente de bovinos de La Española, el criollo mexicano está emparentado con criollos de Norte, Centro y Sudamérica. Las características fenotípicas y genotípicas del ganado criollo mexicano se mantuvieron durante su adaptación al nuevo medio. Quiroz (2007) describe la entrada y adaptación del ganado bovino a México, su distribución y diferenciación genética en tres tipos: bovinos del norte, centro y sur del país.
Estos animales se exportan para rodeo en Estados Unidos, con una demanda anual de 40,000 animales. Los novillos criollos mexicanos para rodeo tienen precios competitivos (Quiroz, 2007).
El Bovino Criollo de Chihuahua.
La ganadería en Chihuahua se remonta a las incursiones de los conquistadores españoles a finales del siglo XVI. La crianza de ganado se formalizó en la región sur del estado, con el capitán Cristóbal de Ontiveros como fundador de la ganadería chihuahuense en 1590. La colonización de Juan de Oñate (1595-1598) con 7000 cabezas de ganado también tuvo un impacto significativo en la ganadería regional.
La ganadería chihuahuense se desarrolló en la región de Santa Bárbara, distribuyéndose a distintas regiones agroecológicas. La Revolución Mexicana afectó drásticamente la ganadería, pero el ganado criollo prevaleció (González, 1989).
Características Fenotípicas y Físicas del Ganado Criollo de Chihuahua.
El fenotipo del ganado criollo de Chihuahua presenta características de los tres troncos étnicos españoles. La variabilidad cromática incluye colores como hosco, berrendo en colorado y negro, barroso y moro (Hernández, 2001). La selección por características físicas y el color de capa de pelo son cruciales para obtener el mejor precio en el mercado internacional.
El ganado criollo de Chihuahua se adapta a las condiciones más diversas de terreno, clima, nutrición y manejo. Su rusticidad y adaptación a ambientes extremos lo hacen un germoplasma importante para la ganadería de montaña (Hernández, 2012).
Sistemas de Producción en la Sierra Tarahumara.
En la Sierra Tarahumara, los ganaderos indígenas desarrollan un sistema de producción tradicional basado en el pastoreo extensivo. Los ganaderos mestizos, por otro lado, suelen tener corrales para el acopio de bovinos adultos para su engorda y sacrificio. La conservación del bovino criollo en estas comunidades es crucial para su preservación y mejora.
Los sistemas de producción en la Sierra Tarahumara son similares a los utilizados en otros países de Latinoamérica para la ganadería de alta montaña con animales criollos. La pureza genética del ganado criollo es mayor en comunidades indígenas (Perezgrovas, 2008; Hernández, 2012).
En resumen, el ganado vacuno ha sido una pieza clave en la formación de la civilización americana, desde su introducción y adaptación hasta su desarrollo en diversas regiones de América. Su conservación y mejora son esenciales para mantener este legado y asegurar el bienestar de las comunidades que dependen de él.
Por: Gorki Rodríguez.