Su nombre, «cornifera», proviene del latín y alude a la característica más distintiva de esta planta: sus espinas, que se asemejan a las cornadas de un toro.
HISTORIASMX. – En los áridos y misteriosos paisajes del centro de México, se esconde un tesoro botánico único: la Coryphantha cornifera, conocida popularmente como la «Biznaga de Cuernos». Esta exquisita especie de cactus perteneciente a la familia Cactaceae se alza como un emblema de la biodiversidad mexicana.
Su nombre, «cornifera», proviene del latín y alude a la característica más distintiva de esta planta: sus espinas, que se asemejan a las cornadas de un toro. Con tallos globosos de verde olivo y espinas radiales gruesas y rectas, la Biznaga de Cuernos se distingue por su singular belleza y resistencia.
A pesar de su atractivo, es una especie que rara vez se encuentra en jardines o colecciones de cactus, a pesar de ser cultivada y vendida como planta ornamental. Su hábitat natural se extiende por los estados de Guanajuato, Hidalgo, Jalisco, Querétaro, San Luis Potosí y Zacatecas, donde habita en pastizales y matorrales xerófilos sobre suelos calizos, a elevaciones que van desde los 1800 hasta los 2300 metros sobre el nivel del mar.
Aunque enfrenta amenazas como la pérdida de hábitat debido a la agricultura y el sobrepastoreo, la Biznaga de Cuernos aún prospera gracias a su abundancia y a su presencia en áreas naturales protegidas, como la Reserva de la Biosfera Sierra Gorda.
Esta fascinante especie es mucho más que una planta; es un símbolo de la riqueza natural de México y un recordatorio de la importancia de proteger y preservar nuestro patrimonio botánico único en el mundo.
Fotografía: Gonzáles Zamora.