Los cristales de yeso, son la prueba fehaciente, junto con los fósiles de que hace cien millones de años Jiménez fue mar, al cual se llamó por los paleontólogos; “Mar Interno de Norteamérica” y no “Mar de Tetis”.
Historiasmx. – El mundo mineral nos sorprende constantemente con sus asombrosas formaciones, y uno de los ejemplos más destacados son los cristales de yeso.
Historiasmx. – Estas hermosas estructuras cristalinas, apreciadas tanto por su belleza como por su valor científico, se generan a través de un proceso geológico fascinante. Acompáñanos a descubrir cómo se forman los cristales de yeso.
Los cristales de yeso son una variedad de sulfato de calcio hidratado y se encuentran en diversas partes del mundo, siendo México uno de los países reconocidos por albergar algunas de las formaciones más notables. La formación de estos cristales se inicia en ambientes sedimentarios, donde se producen cambios físico-químicos que permiten su crecimiento.
El primer paso en la formación de los cristales de yeso es la presencia de una fuente de agua rica en sales de sulfato de calcio, como ocurre en cuencas evaporíticas o en sistemas acuíferos subterráneos.
En estas áreas, el agua se evapora gradualmente debido a factores climáticos o a la sobreexplotación del acuífero, lo que provoca una concentración de los minerales disueltos en el agua.
A medida que la evaporación continúa, la concentración de sulfato de calcio aumenta hasta alcanzar un punto de saturación.
En este momento, los iones de sulfato de calcio (Ca²⁺ y SO₄²⁻) comienzan a unirse y formar pequeños núcleos sólidos de yeso en el agua. Estos núcleos se conocen como cristales embrionarios.
Los cristales embrionarios de yeso son microscópicos y apenas visibles al ojo humano. Sin embargo, a medida que continúa la evaporación y se depositan más y más capas de sulfato de calcio, estos cristales embrionarios comienzan a crecer y a formar estructuras más grandes y definidas.
La velocidad de crecimiento de los cristales puede variar, desde un crecimiento lento durante largos períodos de tiempo hasta un crecimiento más rápido en ciertas condiciones favorables.
El proceso de crecimiento de los cristales de yeso está influenciado por varios factores, como la temperatura, la concentración de minerales en el agua, la presencia de impurezas y la duración del período de evaporación.
Estos factores contribuyen a la diversidad de formas y tamaños que pueden adquirir los cristales de yeso, desde estructuras prismáticas hasta formaciones en forma de rosetas o flores.
Una vez que se ha completado el proceso de evaporación y los cristales de yeso han alcanzado su tamaño final, quedan inmovilizados en la matriz sedimentaria o en cuevas, donde pueden permanecer durante millones de años hasta que son descubiertos y admirados por los geólogos, coleccionistas y entusiastas de la mineralogía.
La formación de los cristales de yeso no solo nos muestra la belleza y complejidad de la naturaleza, sino que también nos brinda información valiosa sobre los procesos geológicos y la historia del planeta.
Su estudio y análisis ayudan a comprender mejor la evolución de nuestro entorno y a desentrañar los secretos que yacen en las profundidades de la Tierra.
En resumen, los cristales de yeso son el resultado de la evaporación de aguas ricas en sulfato de calcio, que conduce a la formación de pequeños núcleos cristalinos.
A medida que la evaporación continúa, estos núcleos crecen y se desarrollan en hermosas estructuras cristalinas que nos maravillan con su diversidad y esplendor. Los cristales de yeso nos invitan a apreciar la majestuosidad de la naturaleza y a explorar los misterios que yacen en las profundidades de nuestro planeta.
Por: Gorki Belisario Rodríguez Ávila.
Fotografía: Historiasmx.