En los vastos agostaderos del estado de Chihuahua, un tesoro verde ha sido clave para el sustento del ganado vacuno y equino: el toboso, también conocido como Hilaria mutica. Esta gramínea perenne, nativa del norte de México y el suroeste de Estados Unidos, ha demostrado ser una fuente valiosa de forraje en la ganadería de agostadero.
HISTORIASMX. – El toboso se distingue por su resistencia y adaptabilidad a diversos tipos de hábitats, desde bosques de piñón y enebro hasta terrenos de mezquite y estepa arbustiva. Con una altura que varía entre 30 y 90 cm, esta hierba rizomatosa forma densos céspedes, desempeñando un papel fundamental en los pastizales semidesérticos de la región.
Su capacidad para crecer en terrenos que se inundan temporalmente y luego se secan, así como en suelos más secos, hace del toboso una especie culminante en tierras bajas frecuentemente inundadas. Además, es conocido por su resistencia a la sequía, lo que lo convierte en un recurso valioso durante periodos de escasez de agua.
La inflorescencia del toboso, de color blanco, pajizo o violáceo, atrae la atención con su belleza discreta. Aunque la planta no suele producir semillas viables, se propaga principalmente a través de sus rizomas, desarrollando un sistema de raíces que penetra hasta 1,8 metros en el suelo.
Una de las características destacadas del toboso es su papel crucial como forraje para el ganado. La hierba es palatable y productiva hasta que alcanza la madurez, momento en el cual puede volverse áspera. Durante la sequía, cuando otros pastos mueren, el toboso persiste, siendo una fuente confiable de alimento.
Es especialmente valioso en el suroeste de Estados Unidos, donde se utiliza para alimentar al ganado bovino y equino. En Texas, se estima que produce alrededor de 1000 libras por acre, una cifra que puede incrementarse con un manejo cuidadoso y deliberado. Incluso en áreas con precipitaciones adecuadas, se recurre a la quema para estimular la producción de materia verde.
Sin embargo, vale la pena señalar que, como cualquier recurso natural, el toboso también presenta riesgos. La hierba puede causar intoxicación por cornezuelo de centeno si se ingiere cuando está infestada con el hongo. Por ello, es esencial llevar a cabo un manejo adecuado y consciente para garantizar su uso seguro y sostenible en la ganadería de agostadero.
El toboso se erige como un pilar esencial en la cadena alimentaria del ganado en Chihuahua, ofreciendo no solo sustento, sino también resistencia y adaptabilidad en los agostaderos de esta vasta región del norte de México. Su importancia ecológica y económica hacen de esta gramínea una joya verde que contribuye al equilibrio y la sostenibilidad de los ecosistemas ganaderos de Chihuahua.
Fotografía: Gorki Rodríguez / HISTORIASMX.