Visitar Jiménez es recorrer las páginas vivas de la historia mexicana mientras se disfruta de la serenidad y el encanto de sus paisajes naturales.
HISTORIASMX. – Ubicada en el extremo sureste del estado de Chihuahua, en la entrada al Bolsón de Mapimí y cerca de la frontera con Durango, Jiménez es una ciudad que conjuga historia, tradiciones y paisajes naturales únicos. Conocida como «La Tierra de las Aguas Termales», este rincón del norte de México es un testimonio viviente del pasado colonial, la lucha revolucionaria y la riqueza geográfica de la región.
Orígenes históricos: desde los tobosos hasta la consolidación de un presidio
El territorio donde hoy se encuentra Jiménez fue de los primeros en ser explorados por colonizadores españoles en el siglo XVII. En 1643, el capitán Diego de Zubía estableció la Hacienda de Dolores de Guajoquilla a orillas del Río Florido. Sin embargo, los continuos ataques de los indígenas tobosos obligaron a su abandono en varias ocasiones, hasta que, en 1753, el capitán Bernardo Antonio Bustamante y Tagle fundó el Presidio de Santa María de las Caldas del Valle de Guajoquilla, que marcó el origen de la ciudad.
Con el paso de los años, la región evolucionó, y tras la independencia de México, el 28 de octubre de 1826, recibió el nombre de Villa de Jiménez, en honor al héroe insurgente José Mariano Jiménez, fusilado en Chihuahua en 1811. Finalmente, en 1898, obtuvo el título de ciudad.
Desarrollo y auge ferroviario: una ciudad en el cruce de caminos
El mayor impulso de Jiménez llegó con la llegada del ferrocarril México-Ciudad Juárez a finales del siglo XIX. Este desarrollo convirtió a la ciudad en un importante centro ferrocarrilero y de comunicaciones, lo que atrajo actividad económica y comercial significativa. Durante la Revolución Mexicana, la ubicación estratégica de Jiménez la transformó en un punto clave para las tropas revolucionarias, que utilizaban el ferrocarril para moverse por la región.
Sin embargo, hacia finales del siglo XX, con la disminución de las actividades ferroviarias, la ciudad experimentó un declive en esta área, lo que obligó a diversificar su economía. Hoy en día, la agricultura, la ganadería y el turismo son pilares fundamentales para la región.
El legado de las aguas termales y los manantiales
Conocida por su abundancia de aguas termales, Jiménez atrae visitantes de todo el país interesados en disfrutar de sus balnearios naturales. Entre los más destacados se encuentra el famoso Ojo de Dolores, cerca del centro histórico, y el balneario Las Pampas, que es un atractivo popular para quienes buscan relajarse en un entorno natural.
En las inmediaciones, la exhacienda de los Remedios, accesible por la carretera a Torreón, es otro punto de interés histórico y natural, rodeado de los paisajes áridos y enigmáticos del Bolsón de Mapimí.
Ruinas coloniales: la Hacienda de Dolores
Uno de los vestigios más emblemáticos del pasado colonial de Jiménez es la Hacienda de Dolores, también conocida como Ejido Libertad. Construida originalmente en el siglo XVII, esta hacienda albergaba a los hacendados más ricos de la región. Entre los restos más destacados se encuentran las canaletas de piedra utilizadas para los telares y una iglesia de dos torres, que fue recientemente restaurada por los pobladores locales. Este lugar es un reflejo de la riqueza y el poder de las antiguas haciendas que marcaron la vida económica de la región.
Batallas decisivas: de Pascual Orozco a Plutarco Elías Calles
El suelo de Jiménez fue testigo de tres importantes enfrentamientos históricos. La primera fue la Batalla de Rellano, el 24 de marzo de 1912, cuando las tropas rebeldes de Pascual Orozco derrotaron a las fuerzas federales de Francisco I. Madero. Posteriormente, en mayo del mismo año, los federales al mando de Victoriano Huerta retomaron la ciudad tras vencer a los orozquistas.
Finalmente, durante la Rebelión Escobarista en 1929, el general José Gonzalo Escobar se atrincheró en Jiménez, donde se enfrentó al general Plutarco Elías Calles. La decisiva batalla, que tuvo lugar el 25 de marzo, fue sangrienta y contó con el apoyo de la Fuerza Aérea Mexicana, marcando el final de la rebelión.
Economía y turismo actual
Jiménez sigue siendo un importante productor agrícola, con cultivos como nuez, chile y cebolla, mientras que la ganadería complementa las actividades económicas. Su cercanía a manantiales y balnearios, junto con su riqueza histórica, la convierte en un destino atractivo para el turismo, especialmente para quienes buscan explorar un lugar lleno de historia y belleza natural.
Jiménez: una ciudad que conjuga historia y naturaleza
Con su legado de batallas revolucionarias, ruinas coloniales y recursos naturales únicos, Jiménez es mucho más que una entrada al estado de Chihuahua. Es un punto donde el pasado y el presente se encuentran, ofreciendo una riqueza histórica y cultural que sigue siendo fundamental para entender la identidad del norte de México.
Visitar Jiménez es recorrer las páginas vivas de la historia mexicana mientras se disfruta de la serenidad y el encanto de sus paisajes naturales.