Los esfuerzos para restaurar estos cuerpos de agua y asegurar que el agua disponible se maneje de manera adecuada son cruciales para la supervivencia de la agricultura, la ganadería y el turismo en la región.
HISTORIASMX. – La crisis hídrica en Chihuahua está afectando profundamente a los cuerpos de agua de la región, con consecuencias significativas para la agricultura, la ganadería y el turismo local. Uno de los casos más alarmantes es el del Ojo de Atotonilco en el municipio de López, que ha quedado completamente seco por segunda vez en tres años. Este emblemático destino turístico, conocido por sus aguas termales, enfrenta una crisis que refleja el impacto de la sequía y las prácticas insostenibles en la región.
El Impacto de la Sequía y la Construcción de Presas.
El Ojo de Atotonilco, cuyo nombre proviene del náhuatl «Atl» (agua) y «Totonqui» (caliente), se encuentra a 22 kilómetros de la cabecera municipal de Jiménez. Este oasis en medio del desierto ha sido históricamente un importante destino turístico y un recurso vital para la región. Sin embargo, la falta de lluvias y el abatimiento de los mantos freáticos han llevado a que el balneario se quede seco, impidiendo que los visitantes disfruten de sus aguas y albercas durante la temporada de calor.
El problema no es exclusivo del Ojo de Atotonilco. El Río Florido, que abastece al manantial del Ojo de Dolores, también ha sido severamente afectado. La construcción de la Presa Pico del Águila Río Arriba en el municipio de Coronado ha desviado una cantidad significativa de agua, contribuyendo al desecamiento del río. Además, la perforación ilegal y la extracción desmedida de agua para el riego de nogales han exacerbado la crisis hídrica.
Esperanza en la Lluvia.
A pesar de la situación crítica, hay una chispa de esperanza. Las lluvias recientes en Villa López han comenzado a mejorar ligeramente las condiciones, aunque aún no son suficientes para restaurar completamente el nivel de agua del Ojo de Atotonilco. Roberto Baca Perea, titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural en Jiménez, indicó que se prevé que el venero pueda volver a resurgir al recibir escurrimientos de lluvias durante los próximos meses.
“Los veneros y los pozos dependen en gran medida de los escurrimientos de la tierra y los mantos subterráneos”, explicó Baca. “A pesar de la escasez de lluvias, hay una probabilidad de que el Ojo de Atotonilco se recupere para después de septiembre, si las precipitaciones son adecuadas”.
Un Panorama Más Amplio de Crisis Hídrica.
La crisis no se limita al Ojo de Atotonilco y el Río Florido. El lago de Arareko, uno de los espejos de agua más importantes en el estado, ha visto una reducción de su superficie en al menos un 50% debido a la falta de lluvias y temperaturas extremas que aceleran la evaporación. A pesar de la reciente recuperación parcial del lago, el impacto de la sequía ha sido severo.
La Laguna de Bustillos en el municipio de Cuauhtémoc también ha enfrentado una crisis grave, con la muerte de cientos de miles de peces debido a la evaporación casi total del cuerpo de agua. Aunque las lluvias recientes han permitido una leve recuperación, la situación sigue siendo preocupante.
Una Larga Espera y el Llamado a la Acción.
Los residentes de Villa López y de otras áreas afectadas mantienen la esperanza de que las lluvias de los próximos meses puedan revertir la situación. Sin embargo, la prolongada sequía y las prácticas insostenibles subrayan la necesidad urgente de gestionar los recursos hídricos de manera más eficaz y sostenible.
Los esfuerzos para restaurar estos cuerpos de agua y asegurar que el agua disponible se maneje de manera adecuada son cruciales para la supervivencia de la agricultura, la ganadería y el turismo en la región. La crisis hídrica en Chihuahua destaca la importancia de abordar tanto los factores naturales como humanos que contribuyen al desabastecimiento de agua, y de trabajar hacia soluciones que permitan la recuperación y preservación de estos valiosos recursos para las generaciones futuras.