Fotografía: Gorki Rodríguez / HISTORIASMX.

En el último año, se ha realizado un descubrimiento significativo en el Ojo de Dolores: un fragmento de hueso de dinosaurio hallado en el venero principal del cuerpo de agua.

HISTORIASMX. – En el rincón del mundo que hoy conocemos como el municipio de Jiménez, en el estado de Chihuahua, México, se ocultan fragmentos de un pasado remoto que nos conectan con una era de gigantes.

Fotografía: Gorki Rodríguez / HISTORIASMX.

Este reportaje se centra en el cementerio de dinosaurios hallado en el Ojo de Dolores y explora en detalle los vestigios de mamuts encontrados en la región. La información aquí presentada busca ofrecer una visión exhaustiva y objetiva sobre estos hallazgos que arrojan luz sobre la historia geológica y paleontológica de la región.

El Contexto Geológico: El Mar Interno de Norteamérica.

Hace aproximadamente 100 millones de años, durante el periodo Cretácico, una vasta extensión de lo que hoy es el norte de México y el suroeste de los Estados Unidos estaba cubierta por el Mar Interno de Norteamérica. Este mar se extendía desde el Golfo de México hasta el Ártico, con una profundidad que alcanzaba los 760 metros y una anchura de hasta 970 kilómetros. Su tamaño y profundidad crearon un ecosistema marino rico y diverso, con una fauna que incluía grandes reptiles marinos, peces, y una flora acuática abundante.

Con el tiempo, durante el final del Cretácico, el levantamiento de los terrenos cambió drásticamente el paisaje. La elevación continua del terreno redujo el tamaño del mar, que finalmente se retiró, dando paso a la formación de nuevas tierras. Este proceso geológico marcó el inicio de una era en la que la vida terrestre, incluidos los dinosaurios, comenzó a proliferar en la región.

El Ojo de Dolores: Un Tesoro Paleontológico.

El Ojo de Dolores, un cuerpo de agua termal ubicado a unos diez minutos de la cabecera municipal de Jiménez, es el epicentro de una serie de descubrimientos paleontológicos de gran relevancia. La particularidad de este sitio radica en sus cavernas subterráneas y el subsuelo del cuerpo de agua, que han revelado un importante yacimiento de restos fósiles de dinosaurios.

Hallazgos Recientes y su Importancia.

En el último año, se ha realizado un descubrimiento significativo en el Ojo de Dolores: un fragmento de hueso de dinosaurio hallado en el venero principal del cuerpo de agua. Este fragmento, que se encuentra a una profundidad de entre 2 y 3 metros, ha sido identificado como una parte del Ilion de un Allosaurus, un dinosaurio carnívoro que vivió en lo que hoy es Norteamérica y Europa.

El Ilion es una sección de la pelvis de los dinosaurios, y su análisis proporciona valiosa información sobre la estructura y clasificación de los dinosaurios. En el caso del Allosaurus, el fragmento encontrado pertenece a los saurisquios, un grupo de dinosaurios con una cadera similar a la de los reptiles actuales, como cocodrilos y lagartos. Los saurisquios eran predominantemente carnívoros, y el hallazgo del fragmento en el Ojo de Dolores confirma la presencia de estos grandes predadores en la región.

Los Mamuts en el Municipio de Jiménez.

Además de los dinosaurios, el municipio de Jiménez también ha sido testigo de hallazgos importantes relacionados con los mamuts. Estos vestigios añaden otra dimensión a la rica historia paleontológica de la región.

El Entorno y la Fauna de los Mamuts.

Los mamuts, que vivieron durante el periodo Pleistoceno, hace entre 1.8 millones y 10,000 años, eran parientes cercanos de los elefantes actuales. Estos grandes mamíferos herbívoros se adaptaron a una variedad de climas, desde las estepas frías del norte hasta las regiones más templadas del sur. En la región de Jiménez, los restos de mamut encontrados indican que la fauna prehistórica de la zona era variada y compleja, con un ecosistema que sostenía a grandes herbívoros además de los dinosaurios de eras anteriores.

Hallazgos y Relevancia Paleontológica.

En la porción suroeste del municipio de Jiménez, se han encontrado vestigios de huesos de mamut que proporcionan evidencia de su presencia en la región. Estos hallazgos son cruciales para comprender la distribución geográfica de los mamuts y su adaptación a diferentes ambientes durante el Pleistoceno. Los restos encontrados incluyen fragmentos de huesos y dientes que ofrecen información sobre el tamaño, la dieta y el comportamiento de estos majestuosos animales.

La identificación de los huesos de mamut también ayuda a los científicos a reconstruir el entorno en el que vivieron. Los estudios sobre estos restos permiten inferir aspectos sobre el clima, la vegetación y las interacciones ecológicas de la época.

Conclusiones y Futuras Investigaciones.

El cementerio de dinosaurios del Ojo de Dolores y los vestigios de mamuts encontrados en el municipio de Jiménez representan una ventana invaluable al pasado. Estos hallazgos no solo revelan la rica biodiversidad de la región en épocas pasadas, sino que también aportan datos cruciales para comprender los cambios geológicos y climáticos que han moldeado el paisaje.

Las futuras investigaciones en el Ojo de Dolores y en el área circundante prometen arrojar más luz sobre los secretos de estas eras pasadas. La continuidad de las excavaciones y el análisis de los restos fósiles permitirán a los científicos reconstruir con mayor precisión el ecosistema de hace millones de años y mejorar nuestra comprensión de la evolución de la vida en la región.

Los Mamuts: Gigantes de la Era Glacial

Los mamuts, emblemáticos habitantes del pasado glacial, eran proboscídeos pertenecientes al género Mammuthus. Estos majestuosos animales existieron desde hace aproximadamente 4.8 millones de años hasta hace apenas 3,700 años, durante las épocas del Plioceno, Pleistoceno y el Holoceno. Aunque se han descrito numerosas especies, el mamut lanudo es el más conocido. Sus restos se han encontrado en Norteamérica, Eurasia y África, diferenciándose del género Mammut, conocido como mastodontes.

Nombre y Etimología.

El nombre «mamut» proviene del antiguo ruso mamont, derivado de la expresión mansi mang ont, que significa «cuerno de la tierra». Los mansis, un grupo indígena, creían que los mamuts vivían en túneles subterráneos y que morían si les tocaba la luz del Sol, lo que explicaba la ausencia de mamuts vivos en su entorno.

Descripción Física.

Los mamuts eran gigantes comparables o incluso superiores a los elefantes modernos. Algunas especies destacadas incluyen el M. sungari, con una altura de 5.3 metros y una longitud de 9.1 metros, y el mamut imperial, que alcanzaba una altura mínima de 5 metros. Las especies más pequeñas como el M. exilis (mamut pigmeo) y M. lamarmorai (mamut de Cerdeña) eran considerablemente más bajas, con alturas entre 1 y 2 metros.

Sus características distintivas incluían una cabeza abombada, una probóscide musculosa y largos colmillos curvados. Las especies del norte estaban adaptadas al frío con un espeso pelaje. El colmillo más largo registrado, de un mamut lanudo, medía 5 metros. Estos animales tenían patas adaptadas para el frío con 5 dedos en las delanteras y 4 en las traseras, y su trompa, con dos lóbulos en su extremo, era especialmente versátil.

Dieta y Masticación.

Los mamuts ingerían alrededor de 180 kg de alimentos diarios, prefiriendo la hierba aunque también consumían hojas y corteza de árboles en invierno. Su dieta rica en sílice desgastaba rápidamente sus dientes, que tenían una superficie especializada con crestas de esmalte. Cada mamut tenía 24 molares a lo largo de su vida, reemplazándolos a medida que se desgastaban. La pérdida de los molares era una causa común de muerte entre los 60 y 70 años.

Comportamiento y Reproducción.

Los mamuts probablemente vivían en manadas matriarcales similares a las de los elefantes actuales, con los machos adultos viviendo solos o en pequeños grupos. La reproducción y el nacimiento ocurrían durante una corta estación estival, cuando había mayor abundancia de alimentos. Los combates entre machos, a menudo por hembras, podían ser intensos y letales.

Hábitat y Clima.

Durante el Pleistoceno, los mamuts habitaban una vasta región conocida como la estepa del mamut, que se extendía desde Europa del Este hasta Alaska. Este ecosistema de estepa estaba dominado por hierbas y plantas adaptadas al frío. Las condiciones climáticas frías y secas permitían una vegetación rica en fibras y carbohidratos, ideal para los grandes mamíferos.

Extinción.

La extinción de los mamuts se produjo al final de la última glaciación, hace aproximadamente 10,500 a 7,500 años en Norteamérica y alrededor de 14,000 años en Inglaterra. Aunque la teoría más aceptada es que una combinación de cambio climático y presión de los humanos contribuyó a su desaparición, también se han propuesto otras teorías, como enfermedades introducidas por los humanos o caza excesiva. Las poblaciones en islas como San Pablo y Wrangel sobrevivieron hasta hace unos 6,000 y 2,000 años, respectivamente.

Por historias