Fotografía: HISTORIASMX / INAH.

Investigadores han determinado que la cueva tiene una secuencia de ocupación humana que se remonta a alrededor del año 5500 a.C.

HISTORIASMX. – En el vasto y misterioso terreno del noroeste mexicano, el estado de Chihuahua alberga un sitio arqueológico fascinante, apenas a 47 km al suroeste de Nuevo Casas Grandes, cerca del ejido Ignacio Zaragoza. Este lugar, conocido como la Cueva de la Olla, es un testimonio viviente de las civilizaciones antiguas que una vez florecieron en la Sierra Madre Occidental.

Historia y Descubrimiento.

La Cueva de la Olla debe su nombre a una peculiar estructura redondeada que domina el paisaje interior de la cueva, similar a una gran vasija o cuexcomate. Este granero antiguo era utilizado para almacenar grandes cantidades de alimentos, principalmente maíz y calabazas, una necesidad crítica durante los crudos inviernos de la región.

Investigadores han determinado que la cueva tiene una secuencia de ocupación humana que se remonta a alrededor del año 5500 a.C., lo que la convierte en uno de los sitios arqueológicos más antiguos tanto de Chihuahua como de México. La longevidad de esta ocupación humana subraya la importancia de la cueva como un centro de actividad prehistórica.

Arquitectura y Estructuras.

El sitio se caracteriza por su arquitectura única que incluye puertas en forma de T y muros construidos mediante una técnica de cajones, donde se vaciaba lodo apisonado sin material orgánico. Estos muros, algunos de los cuales tenían hasta 1.40 m de grosor en la base, estaban diseñados para soportar estructuras de varios niveles y estaban acabados con enjarre compuesto de arena, cal y polvo de conchas de ostión, y posteriormente pintados en vivos colores como el azul, verde y rosa.

Dentro de la cueva, los habitantes construyeron siete habitaciones y un destacado granero circular. El cuexcomate principal, con un diámetro de 2.5 m y una altura de 3.55 m, tenía una apertura semicircular en la parte superior que probablemente se cubría con palmas y carrizo para proteger el contenido.

Vida Cotidiana y Uso del Sitio.

La cueva no solo servía como granero, sino también como residencia y lugar ceremonial. Los investigadores han encontrado pruebas de un uso residencial y ceremoniales, indicado por los diseños en rojo y negro sobre el cuexcomate que invocaban protección para los alimentos almacenados y la subsistencia de sus habitantes.

Fotografía: HISTORIASMX / INAH.

En las zonas más oscuras y frías de la cueva se encontraron esqueletos humanos, lo que indica que era costumbre enterrar a los muertos cerca o dentro de las habitaciones. Además, la proximidad a un arroyo permitió a los habitantes tener acceso a agua corriente durante todo el año, lo cual era crucial para su supervivencia y su agricultura.

Significado Cultural.

La Cueva de la Olla es un sitio emblemático de la cultura Paquimé, que muestra no solo la ingeniería y arquitectura avanzadas de las culturas prehispánicas, sino también sus prácticas sociales y rituales.

Las excavaciones y estudios en el sitio han proporcionado valiosa información sobre las interacciones culturales y el comercio entre las culturas Mogollón y las comunidades más amplias del Suroeste Americano.

Visitar la Cueva de la Olla.

Para aquellos interesados en explorar este remanente del pasado, el acceso a la Cueva de la Olla se realiza por un camino de terracería desde Casas Grandes hasta el ejido Ignacio Zaragoza. La visita ofrece una perspectiva única sobre la vida de los antiguos habitantes de la región y destaca la importancia de la conservación arqueológica.

La Cueva de la Olla sigue siendo un foco de estudio arqueológico y un punto de interés para historiadores y turistas por igual. Este sitio no solo ilustra la capacidad de adaptación y supervivencia de las culturas antiguas, sino que también sirve como un recordatorio de la rica herencia histórica que México

Por: Gorki Rodríguez.

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