💧 “Ley seca para el pueblo, río libre para las élites”: El saqueo del agua en Chihuahua ante la impunidad institucional

Pero el caso de Meoqui es solo un eslabón. Más al sur, en la zona de Jiménez–Camargo, la sed de los nogales está vaciando la tierra. Cada hectárea de nogal consume más de 19 mil de litros de agua al año, un volumen monstruoso que el subsuelo ya no puede reponer.

HISTORIASMX. – En Meoqui, Chihuahua, a orillas del río San Pedro, un gigante de acero y concreto reluce bajo el sol norteño. Es la planta cervecera de Heineken, orgullo de la inversión extranjera en el estado… y símbolo del cinismo con que se ignora la Ley de Aguas Nacionales, mientras pozos ilegales, cultivos de alto consumo hídrico y omisiones institucionales profundizan la crisis hídrica en la región centro-sur.

Pero el caso de Meoqui es solo un eslabón. Más al sur, en la zona de Jiménez–Camargo, la sed de los nogales está vaciando la tierra. Cada hectárea de nogal consume más de 19 mil de litros de agua al año, un volumen monstruoso que el subsuelo ya no puede reponer.

🧭 Una ley ignorada en los campos del desierto

La Ley de Aguas Nacionales (LAN) establece que el agua debe utilizarse con criterios de sustentabilidad, equidad y prioridad para el consumo humano. Sin embargo, en Chihuahua se aplica una versión paralela y perversa de la ley, donde el acceso al agua depende más del poder económico que del interés público.

⚖️ ¿Qué dice la Ley?

Art. 4 y 6: El uso doméstico tiene prioridad. En caso de escasez, deben suspenderse concesiones no prioritarias.

Art. 7 BIS: Las zonas con acuíferos sobreexplotados deben contar con medidas restrictivas y planes de rescate.

Art. 9: La Conagua debe vigilar, medir, sancionar y clausurar pozos ilegales.

Art. 7 BIS XI: La falta de medición volumétrica constituye una infracción sancionable.

📊 Comparativa: Ley vs. realidad en Chihuahua

AspectoLo que establece la Ley de Aguas Nacionales (LAN)Lo que ocurre en Chihuahua (casos Meoqui y Jiménez–Camargo)
Uso prioritario del aguaConsumo humano y doméstico tiene prioridad absolutaEl agua se destina a industrias como la cerveza o cultivos como el nogal
Acuíferos sobreexplotadosDeben aplicarse vedas y suspensión de concesionesHeineken opera en Meoqui; los nogales se expanden en Jiménez–Camargo
Control de pozos ilegalesConagua debe cerrar pozos y sancionarCientos de pozos sin medidor siguen operando con impunidad
Medición obligatoriaTodos los usuarios deben tener dispositivos volumétricosNo hay medición real en la mayoría de los pozos nogaleros
Participación ciudadanaLos consejos de cuenca deben incluir a comunidades y organizacionesSon dominados por agroempresarios y excluyen a pobladores rurales

🏭 El caso Heineken en Meoqui: legal pero ilegítimo

La cervecera de Meoqui opera con una concesión autorizada pese a extraer agua de un acuífero oficialmente sobreexplotado (0807 Meoqui–Delicias). De acuerdo con la Ley, esto debería invalidar o al menos suspender su permiso.

Pese a la crisis hídrica de la región y los recortes en agua potable para la población, la planta sigue operando sin sanciones, mientras campesinos de los alrededores luchan por abastecerse con pipas.

“La ley sirve para los pobres, no para las corporaciones”, señala Claudia Rascón, activista ambiental.

🌳 Jiménez–Camargo: Nogales, oro verde y desierto subterráneo

En la región que abarca Jiménez, La Perla, Escalón y Camargo, el auge del nogal ha transformado el paisaje… y también ha vaciado los mantos acuíferos.

Según datos técnicos y estudios locales, una sola hectárea de nogal puede consumir hasta 19 mil millones de litros de agua al año (19 millones de metros cúbicos), entre riego directo y evaporación inducida. Esta cifra, multiplicada por las miles de hectáreas en producción, explica por qué el acuífero Jiménez–Camargo se encuentra severamente sobreexplotado.

  • No hay medidores volumétricos en la mayoría de los pozos.
  • La Conagua no ha cerrado pozos ilegales denunciados.
  • Cada temporada agrícola, se autoriza la expansión de nuevos cultivos sin evaluar impacto hídrico.

“El suelo ya está quebrado. El agua está bajando más de 2 metros por año, y nadie lo detiene”, asegura el ingeniero Javier Sáenz, exfuncionario de la JCAS.

🕳️ Pozos ilegales: una red impune y tolerada

En toda la región centro-sur de Chihuahua, operan más de 300 pozos ilegales según estimaciones locales, muchos de ellos con conexiones clandestinas a líneas de riego, sin control, sin pago, sin medición.

Inspecciones de Conagua son mínimas o inexistentes. La falta de sanciones alimenta una cultura de saqueo que premia al que extrae más rápido y castiga al que espera el turno.

“Los inspectores saben dónde están los pozos ilegales, pero se hacen los ciegos… o se les paga para que miren para otro lado”, denuncia un productor que ha intentado mantenerse dentro de la legalidad.

🔥 Consecuencias ambientales y sociales

La omisión institucional frente a esta crisis ya tiene consecuencias palpables:

  • Hundimiento del suelo por agotamiento del acuífero.
  • Contaminación por infiltración de aguas negras o agroquímicos.
  • Conflictos entre ejidatarios y agroindustriales.
  • Migración forzada por falta de agua para producción familiar.
  • Desaparición de humedales, manantiales y ojos de agua.

🧭 ¿Y ahora qué?

Mientras no se revise la política de concesiones, ni se clausuren pozos ilegales, el colapso hídrico es solo cuestión de tiempo. La ciudadanía organizada exige:

Moratoria inmediata a nuevos cultivos de alto consumo en zonas vedadas
Cierre técnico y legal de pozos sin permiso y sin medidor
Revisión de todas las concesiones industriales
Auditoría externa a las oficinas regionales de Conagua
Restitución del agua como derecho humano y no mercancía agrícola

🔚Cuando el agua tiene dueño

La Ley de Aguas Nacionales establece un marco claro para proteger el recurso más vital del país. Pero en Chihuahua, la ley se ahoga entre corrupción, intereses privados y omisión institucional.

El caso de la cervecera de Meoqui y la sobreexplotación en Jiménez–Camargo demuestran cómo el agua ha sido secuestrada por quienes pueden pagarla, mientras los pueblos del desierto sobreviven con lo que gotea.

“Aquí no hay sequía: hay saqueo con permiso oficial”, concluye el ambientalista chihuahuense Adrián López.

Por: Gorki Rodríguez.

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