Chihuahua es el estado más extenso del país, con más de 247 mil km², de los cuales gran parte está conformado por zonas áridas y semiáridas. El desierto chihuahuense, uno de los más grandes de América del Norte, abarca vastas regiones donde las temperaturas extremas, la escasez de agua y la baja fertilidad del suelo imponen severas restricciones al desarrollo agrícola.
HISTORIASMX. – En el corazón del norte de México, donde el sol azota con fuerza y la lluvia es escasa, la ganadería se ha consolidado no solo como una actividad económica crucial, sino como una forma de vida profundamente enraizada en la cultura, identidad y resistencia del pueblo chihuahuense.

En particular, la ganadería de agostadero, esa que se sostiene en pastizales naturales y temporales, representa una proeza de adaptación humana y animal frente al rigor del gran desierto chihuahuense.
🌵 El territorio: crudo, amplio y desafiante
Chihuahua es el estado más extenso del país, con más de 247 mil km², de los cuales gran parte está conformado por zonas áridas y semiáridas. El desierto chihuahuense, uno de los más grandes de América del Norte, abarca vastas regiones donde las temperaturas extremas, la escasez de agua y la baja fertilidad del suelo imponen severas restricciones al desarrollo agrícola. Es precisamente en estas condiciones que la ganadería extensiva —especialmente la de bovino— se convierte en la actividad predominante.

El sistema de agostadero consiste en el aprovechamiento de los pastizales naturales, donde el ganado pasta libremente durante las épocas en las que hay forraje disponible. No hay riego ni cultivos forrajeros constantes: la ganadería de agostadero depende directamente del ciclo climático, en especial de las lluvias de verano.
🐃 Ganadería extensiva: una tradición de generaciones
La ganadería en Chihuahua tiene una profunda tradición que data desde tiempos coloniales. En el sur del estado, en municipios como Jiménez, Camargo, Allende, Matamoros y Balleza, existen ranchos que han sido operados por generaciones. Ahí, las familias continúan con métodos de crianza basados en el pastoreo libre, la selección genética, y el conocimiento transmitido de padres a hijos.

Los hatos ganaderos están compuestos principalmente por razas adaptadas a climas extremos como la raza Charolais, Angus, Hereford y Brangus, seleccionadas por su resistencia, capacidad de ganancia de peso y adaptabilidad a la escasez de agua.
💰 Impacto económico
Según datos de la Secretaría de Desarrollo Rural de Chihuahua, el estado se ubica entre los cinco principales productores de ganado bovino en pie a nivel nacional. La exportación de becerros a Estados Unidos representa una de las principales fuentes de divisas para los ganaderos, con miles de cabezas cruzando la frontera cada año.

Además, la ganadería genera decenas de miles de empleos directos e indirectos en actividades como la producción de forraje, la elaboración de suplementos alimenticios, servicios veterinarios, transporte, engorda y comercialización.
⚠️ Sobreexplotación del agostadero: una amenaza silenciosa
Durante décadas, la falta de regulación y los cambios en las prácticas ganaderas han provocado la sobreexplotación de los agostaderos, es decir, el uso excesivo de los pastizales sin dar tiempo a su regeneración. Esta presión desmedida ha traído consecuencias graves:
- Desaparición de la flora comestible: especies como el mezquite forrajero, el zacate buffel, el huizache y diversas gramíneas locales han desaparecido en amplias zonas por el sobrepastoreo.
- Erosión del suelo: al desaparecer la cubierta vegetal, el viento y la lluvia arrastran el suelo fértil, dejando terrenos pelones, duros y casi estériles, lo que reduce aún más la capacidad de regeneración de los agostaderos.
- Proliferación de especies no comestibles: plantas como el gobernadora o lechuguilla, poco útiles para el ganado, han ocupado los espacios antes dominados por zacates nutritivos.
- Disminución de la capacidad de carga animal: los terrenos que antes podían sostener una decena de cabezas de ganado por hectárea ahora apenas soportan una o dos.
Esta situación ha llevado a muchos ganaderos a depender de suplementos alimenticios costosos o a reducir drásticamente sus hatos. Además, ha intensificado la migración del campo a la ciudad.
🚿 El reto del agua: ganadería en tiempos de crisis climática
A la sobreexplotación de los agostaderos se suma la crisis hídrica. Las precipitaciones en muchas regiones apenas superan los 300 mm anuales.

Las presas y bordos ganaderos se convierten en oasis temporales que permiten sostener los hatos durante los meses secos. No obstante, las sequías prolongadas han dejado a muchas regiones sin agua superficial ni pasto, acelerando aún más la degradación ambiental.
🌾 Sustentabilidad y conservación: un nuevo paradigma necesario
Ante esta emergencia ecológica, diversos ganaderos, técnicos y académicos han comenzado a impulsar prácticas regenerativas, como:
- Pastoreo rotacional: permite que el suelo y el pasto se recuperen.
- Reforestación con especies nativas: como el mezquite, guapilla y palma samandoca, útiles tanto como sombra como para el control de erosión.
- Siembra de zacates mejorados: resistentes a la sequía y nutritivos para el ganado.
- Protección de cuencas y microcuencas: para conservar humedad y evitar escurrimientos dañinos.
Estos modelos aún son incipientes, pero representan una esperanza para salvar la base ecológica de la ganadería en el desierto.
🧑🌾 El rostro humano de la ganadería: resistencia y orgullo
Para los habitantes de los ranchos de Chihuahua, la ganadería no es sólo una actividad económica: es cultura, resistencia y orgullo. Desde los vaqueros que cabalgan en la sierra y el desierto, hasta las mujeres ganaderas que gestionan ranchos completos, cada jornada está marcada por el esfuerzo y la esperanza de mantener viva una tradición que ha dado identidad a todo el norte del país.
📉 Amenazas actuales
- Cambio climático: sequías severas, desertificación acelerada y olas de calor más intensas.
- Sobrepastoreo y erosión: pérdida acelerada de suelos y vegetación útil.
- Inseguridad rural: robo de ganado, desplazamientos y presencia del crimen organizado.
- Acaparamiento del agua y tierras: en detrimento de ganaderos tradicionales.
La ganadería de agostadero en Chihuahua es testimonio de adaptación y lucha contra el entorno más inhóspito. Pero hoy enfrenta su mayor reto: la pérdida de su base natural.

El sobrepastoreo y la falta de restauración del agostadero han comenzado a minar el futuro mismo de esta actividad milenaria. Urge un viraje hacia modelos sustentables, con políticas públicas, capacitación técnica y conciencia ecológica. Porque en las duras tierras del desierto chihuahuense, el ganado no solo sobrevive: alimenta, da trabajo y sostiene una identidad que no debe perderse.
Por: Gorki Rodríguez.