Fue a la altura del kilómetro 77 de la citada vía que automovilistas reportaron la presencia de un bulto con forma humana a un costado de la carretera.
HISTORIASMX. – La mañana del domingo, la Fiscalía de Distrito Zona Occidente inició una nueva carpeta de investigación tras el hallazgo del cuerpo sin vida de un hombre a la orilla del tramo carretero que comunica al seccional de San Juanito con la cabecera municipal de Bocoyna, en plena Sierra Tarahumara.
Un hallazgo que estremece a la región serrana
Fue a la altura del kilómetro 77 de la citada vía que automovilistas reportaron la presencia de un bulto con forma humana a un costado de la carretera. Minutos más tarde, elementos ministeriales asignados al municipio de Bocoyna acudieron al sitio y confirmaron los temores: un hombre había sido ejecutado y abandonado en plena vía de tránsito.
La víctima, de entre 25 y 30 años, y aún sin identificar, vestía pantalón color café, sudadera azul, calcetines cafés y no portaba calzado. De complexión delgada, tez morena, cabello castaño oscuro y sin barba, el cuerpo se hallaba en posición lateral, con visibles rastros de violencia.
Según fuentes internas de la Fiscalía, el hombre habría sido privado de la libertad por sujetos armados en la comunidad de San Juanito, de donde presuntamente fue sacado por la fuerza antes de ser asesinado y abandonado en el lugar.
Indicios de ejecución: casquillos y cinta adhesiva
En el sitio del hallazgo, personal de Servicios Periciales localizó casquillos percutidos de armas de alto poder, específicamente de calibres .223 y 7.62 x 39 milímetros, ambos utilizados comúnmente en rifles automáticos como el AR-15 y el AK-47. También se embalaron fragmentos de cinta adhesiva color café, lo que sugiere que la víctima pudo haber sido sometida o amordazada antes del crimen.
El cuerpo fue trasladado en calidad de desconocido a las instalaciones del Servicio Médico Forense (Semefo), donde se le practicará la necropsia de ley para determinar la causa exacta de muerte y facilitar su identificación mediante huellas dactilares o rastreo en bases de datos de personas desaparecidas.
El miedo reaparece en Bocoyna
El hallazgo no sólo revela un nuevo acto de violencia en la sierra, sino que ha generado un efecto inmediato de temor entre los habitantes del municipio de Bocoyna. A través de redes sociales, pobladores expresaron su creciente preocupación por el resurgimiento de grupos armados en distintas zonas, así como la ausencia total de una policía municipal capaz de responder ante estas amenazas.
Desde hace más de una década, Bocoyna no cuenta con una Dirección de Seguridad Pública Municipal, operando únicamente con agentes de Tránsito y Vialidad, los cuales carecen de armamento, equipo y atribuciones para atender hechos de alto impacto como este. La comunidad ha exigido en múltiples ocasiones que se restablezca un cuerpo de seguridad con presencia permanente, sin obtener respuesta de los tres niveles de gobierno.
Una región olvidada y vulnerable
La Sierra Tarahumara, conocida por su belleza natural y diversidad cultural, es también uno de los territorios más golpeados por la violencia derivada del crimen organizado. Municipios como Bocoyna, Urique, Guachochi y Guadalupe y Calvo enfrentan desde hace años disputas entre grupos criminales, que operan sin mayor resistencia por la falta de cuerpos policiales o presencia militar constante.
En este contexto, los caminos rurales y carreteras secundarias se han convertido en zonas de riesgo, donde la población teme circular de noche o incluso durante el día. El abandono institucional y la debilidad en el sistema de justicia local continúan abonando a la impunidad.
“No sabemos quién sigue. Aquí no hay a quién acudir”, lamentó en redes una residente de San Juanito, al compartir una fotografía del sitio donde fue hallado el cuerpo.
La Fiscalía ha indicado que mantiene abiertas varias líneas de investigación, pero aún no ofrece resultados concretos. Mientras tanto, la población espera respuestas que no llegan, y una paz que cada vez parece más lejana en los altos de la sierra.