Originalmente destinada a la conversión de grupos indígenas, Atotonilco significaba «Lugar de agua caliente» en lengua azteca, haciendo referencia a un manantial de alta temperatura que fluía junto a la población.

HISTORIASMX. – Enclavado en la zona sureste del estado de Chihuahua, el pintoresco pueblo de Villa López cuenta con una historia fascinante que se remonta a 1619, cuando fue fundado como la misión Atotonilco por sacerdotes franciscanos.

La región fue testigo de la resistencia de grupos étnicos, especialmente los belicosos tobosos, que impidieron la consolidación de Atotonilco hasta mediados del siglo XVIII. Fue entonces cuando, tras la sumisión de los tobosos, los franciscanos refundaron el lugar como San Buenaventura de Atotonilco.

La historia de Villa López incluye un episodio trascendental durante la intervención francesa en México en 1866. El pueblo fue ocupado y posteriormente incendiado por soldados franceses como represalia por un levantamiento republicano. Tras la victoria mexicana, la población fue reconstruida y rebautizada como Villa López en honor al capitán Octaviano López, un valiente soldado republicano que perdió la vida en la batalla de Talamantes en 1860.

A lo largo de los años, Villa López ha experimentado transformaciones, como la pérdida y posterior restitución de su estatus como cabecera municipal en 1931, y finalmente, en 1995, el Congreso de Chihuahua le otorgó la denominación oficial de Octaviano López.

Hoy en día, Villa López se erige como un tesoro histórico en Chihuahua, conservando su encanto colonial y ofreciendo a los visitantes la oportunidad de sumergirse en siglos de legado cultural. Con una población de alrededor de 2,066 habitantes, el pueblo se encuentra a unos 20 kilómetros al suroeste de la ciudad de Jiménez, conectado por una carretera pavimentada que permite a los visitantes explorar esta joya histórica de México.

Fotografía: Gorki Rodríguez / HISTORIASMX.

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