El Ojo de Atotonilco se encuentra a 22 kilómetros de la cabecera municipal de Jiménez y ha sido un balneario significativo para la población local y visitantes.
HISTORIASMX. – El Ojo de Atotonilco, un popular destino turístico en el municipio de López, ha quedado completamente seco por segunda vez en tres años. Las impactantes imágenes del lugar, ahora sin una gota de agua, fueron compartidas a través de redes sociales por una usuaria, causando consternación entre los habitantes y turistas habituales de la región.
Este espacio, conocido por ser un refugio de frescura durante la temporada de calor, ha sido históricamente un atractivo turístico único en la región sur del estado. Su nombre, proveniente del Náhuatl, «Atl» que significa Agua y «Totonqui» que significa Caliente, refleja la esencia de este oasis en medio del desierto. Sin embargo, las condiciones climáticas adversas han llevado a su desecación total.
El Ojo de Atotonilco se encuentra a 22 kilómetros de la cabecera municipal de Jiménez y ha sido un balneario significativo para la población local y visitantes. En abril de 2021, el lugar se secó completamente por primera vez debido a la falta de lluvias y el abatimiento de los mantos freáticos. Ahora, se enfrenta nuevamente a la misma situación, evidenciando la vulnerabilidad del ecosistema ante la sequía y el cambio climático.
A pesar de las recientes lluvias en Villa López, estas no han sido suficientes para recuperar el nivel de agua en el Ojo de Atotonilco. La comunidad mantiene la esperanza de que las lluvias de los próximos meses puedan revertir esta situación y devolver al balneario su esplendor anterior.
Este cuerpo acuático no solo es un lugar de recreación, sino que ha jugado un papel crucial en la historia de la región. Fue un factor determinante para los asentamientos de los indios Tobosos y las órdenes de los Franciscanos durante la colonización. Su desecación no solo afecta al turismo, sino también a la identidad histórica y cultural del municipio de López.
La población local espera con ansias que las condiciones mejoren y que el Ojo de Atotonilco vuelva a ser el atractivo turístico y el oasis refrescante que ha sido durante generaciones. Mientras tanto, continúan observando el cielo, esperando que las lluvias lleguen pronto y traigan consigo la revitalización de este importante recurso natural.