Fotografía: Gorki Rodríguez.

El avistamiento de un águila real en el desierto de Jiménez, Chihuahua, nos recuerda la importancia de preservar los hábitats naturales y promover la convivencia armoniosa entre la vida silvestre y las actividades humanas.


HISTORIASMX. – En los vastos y áridos paisajes del desierto de Jiménez, Chihuahua, se ha registrado un acontecimiento digno de admiración: el avistamiento de un ejemplar de águila real (Aquila chrysaetos). Este majestuoso ave, conocida por su imponente presencia y amplia distribución geográfica, representa la belleza de la naturaleza salvaje y la capacidad de adaptación ante diversos desafíos.


El águila real, también denominada «águila dorada», es una especie emblemática de la familia Accipitridae, reconocida como una de las aves de presa más conocidas y ampliamente distribuidas en el planeta. Su área de distribución abarca gran parte de América del Norte, Eurasia y el norte de África, manteniendo poblaciones sedentarias e incluso expandiéndose en regiones como Escocia, Noruega, los Alpes, Italia y la península ibérica.

Adaptabilidad y Conservación:
La versatilidad del águila real en su hábitat es notable, ya que es capaz de adaptarse a diferentes condiciones, incluso alimentándose de carroña en caso necesario.

Esta capacidad le ha permitido mantener una población saludable en diversas regiones, contrastando con el declive que han experimentado otras especies de aves rapaces debido a la actividad humana.

Descripción y Características:
Con un plumaje que combina tonos castaños, dorados y blancos, el águila real se distingue por su imponente tamaño, con las hembras alcanzando hasta un metro de longitud y una envergadura alar de 2,3 metros.

Sus poderosas garras, pico ganchudo y aguda visión son armas perfectamente adaptadas para la caza desde el aire, donde capturan presas de diversa índole, desde pequeños roedores hasta mamíferos de mayor tamaño y aves.

Reproducción y Cuidado Parental:
Las águilas reales son monógamas y construyen nidos simples pero robustos en su territorio, donde crían a sus polluelos. La época de reproducción varía según la región, y los jóvenes son alimentados por sus padres hasta alcanzar la independencia. Este cuidado parental contribuye al éxito reproductivo y a la preservación de la especie en su entorno natural.

Subespecies y Diversidad:
La diversidad del águila real se refleja en sus seis subespecies, que presentan variaciones en su apariencia y comportamiento adaptativo.

Desde la península ibérica hasta América del Norte, cada subespecie aporta a la riqueza biológica y cultural de las regiones que habita, recordándonos la importancia de la conservación de la biodiversidad.

Fotografía: Gorki Rodríguez.


El avistamiento de un águila real en el desierto de Jiménez, Chihuahua, nos recuerda la importancia de preservar los hábitats naturales y promover la convivencia armoniosa entre la vida silvestre y las actividades humanas. Este símbolo de libertad y adaptabilidad nos inspira a valorar y proteger la riqueza de nuestra fauna, garantizando un futuro sostenible para las generaciones venideras.

Por: Gorki Rodríguez.

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