De una comunidad a otra; llueve, truene, relampaguee o en cualquier condición climática, Arely Rodríguez, educadora de CONAFE, es pieza fundamental en la formación de niños y niñas en el prescolar del ejido el Triunfo, perteneciente al municipio de Jiménez.
HISTORIASMX. – Un día antes de ir a su lugar de trabajo, el preescolar del ejido el Triunfo, Arely Rodríguez, prepara la clase y material que se habrá de utilizar en el aula, con sus alumnos, esto sin descuidar a su familia y su papel como madre.
Con frío, calor, aire, llueva, truene o relampaguee; desde hace dos años Arely, parte cada mañana de su comunidad, el ejido Las Playas, para trasladarse a otro ejido contiguo al suyo, el Triunfo. Lugar donde clases en un pequeño preescolar ubicado en la parte media del poblado, a donde asiste un nutrido grupo de niñas y niños.
Arely, con una sonrisa y pupilas llenas de brillo, platica que, desde antes de ser maestra del preescolar, solía llamarle la atención el ambiente de la docencia. “Fue durante una convocatoria de CONAFE, cuando vi mi oportunidad de ingresar como educadora, con el objetivo de contribuir a mi comunidad o municipio desde este ámbito”, platica Arely.
Una vez aceptada como educadora de CONAFE, Arely, platica que, se le capacitó para la impartición de clases –Fue aquí, durante estos cursos de capacitación, donde descubrí ese gusto por la educación. Me fui envolviendo poco a poco, empapando de conocimiento, hasta estar aquí en el preescolar-.
Las educadoras o educadores de CONAFE, constantemente están innovando, poniendo esfuerzo, tiempo y recursos personales, para dar una educación de calidad a niñas y niños, principalmente en las comunidades rurales más alejadas de los municipios.
Contra viento y marea, el trabajo de la educadora o educador comunitario destaca del de los demás, al tener que, en determinadas situaciones, dejar todo en su lugar de origen y trasladarse hasta las comunidades más lejanas, en donde aparte de llevar la luz del conocimiento, educación, se convierten en un integrante más de la comunidad, al hospedarse en el lugar para poder cumplir con tan noble labor de educar.
Sonrientemente y con un ligero suspiro, Arely platica que, para ser educadora de preescolar se debe de contar con absoluta paciencia y en ocasiones ser hasta un segundo padre o madre, dado a la edad de los alumnos.
“Batallando y todo, principalmente por el material escolar, me gusta mucho lo que hago, y más porque enseñamos en muchas de las ocasiones en comunidades marginadas, por eso amo mi trabajo y me empeño de hacerlo lo mejor posible todos los días”, platica Arely Rodríguez.
Retos que sortean las educadoras de CONAFE en las comunidades más alejadas de Jiménez.
No solo es en el ejido el Triunfo, sino en muchas otras comunidades del municipio, donde las educadoras del Consejo Nacional de Fomento Educativo (CONAFE) se enfrentan a retos heroicos para llevar la educación a los niños que residen en estas áreas marginadas y empobrecidas.
A pesar de la falta de recursos, infraestructuras adecuadas y accesibilidad limitada, estas valientes educadoras se embarcan diariamente en la noble tarea de brindar oportunidades educativas a los niños que, de otra manera, podrían quedar excluidos del sistema educativo. Algunos de los desafíos que enfrentan incluyen:
Uno de los principales obstáculos, es el acceso limitado a recursos educativos, ya que las comunidades más marginadas a menudo carecen de libros de texto, material didáctico y recursos tecnológicos. Las educadoras de CONAFE, con ingenio y creatividad, buscan formas innovadoras de enseñar utilizando los recursos disponibles.
Asimismo, Las aulas pueden consistir en estructuras improvisadas, lo que dificulta la creación de un entorno de aprendizaje óptimo. A pesar de estas condiciones, las educadoras se esfuerzan por hacer que el espacio sea acogedor y propicio para el aprendizaje.
Algunas comunidades están ubicadas en áreas remotas y de difícil acceso. Las educadoras, a menudo, deben superar terrenos accidentados y condiciones climáticas adversas para llegar a sus destinos y garantizar que ningún niño se quede sin educación.
Las condiciones de pobreza extrema en estas comunidades a menudo se traducen en niños que enfrentan desafíos adicionales, como la falta de acceso a alimentos adecuados y servicios médicos. Las educadoras, además de su papel educativo, a menudo se convierten en defensoras de las necesidades básicas de los niños.
A pesar de estos desafíos, estas educadoras de CONAFE continúan siendo faros de esperanza y agentes de cambio en las vidas de los niños de estas comunidades.
Su dedicación y sacrificio no solo impactan la educación, sino que también contribuyen al desarrollo integral de las comunidades más necesitadas.
Historia del CONAFE.
En un hito significativo, el Consejo Nacional de Fomento Educativo (CONAFE) celebra 50 años de compromiso y dedicación en la transformación educativa de las comunidades más marginadas de México.
Fundado el 11 de septiembre de 1971, CONAFE se estableció con la misión de garantizar el acceso a la educación básica en áreas de alta y muy alta marginación, donde los servicios educativos regulares no eran viables.
Desde su creación, CONAFE ha desplegado estrategias innovadoras para llevar la educación a comunidades diversas en términos culturales y lingüísticos. Este enfoque inclusivo ha involucrado modelos educativos adaptados para poblaciones específicas, como niños agrícolas, migrantes, aquellos en compañías circenses y con discapacidades auditivas, visuales, motoras y/o cognitivas.
El Modelo ABCD (Aprendizaje Basado en la Colaboración y el Diálogo) es una joya en la corona de CONAFE. Este modelo educativo, profundamente humanista y constructivista, busca desarrollar la capacidad de aprender a aprender mediante el diálogo y la colaboración. Ofreciendo atención personalizada y horizontal, el ABCD no solo se enfoca en la escuela, sino que también busca despertar la pasión por el aprendizaje a lo largo de toda la vida.
La oferta educativa de CONAFE destaca por varios componentes distintivos, como la participación comunitaria en la organización y mantenimiento de las escuelas, la atención prioritaria a la diversidad cultural, la flexibilidad del currículum y la gobernanza a través de alianzas con diversas organizaciones.
Impacto en Números:
- En el ciclo escolar 2020-2021, CONAFE estuvo presente en 2,157 municipios y 36,414 comunidades.
- Brindó educación inicial a 292,233 madres y padres de familia y a 270,438 niños menores de 4 años.
- En Educación Básica Comunitaria, atendió a 295,892 niñas, niños y adolescentes.
La continuidad educativa es otro pilar esencial de CONAFE, con un enfoque en brindar capacitación y mejores condiciones para que los líderes educativos comunitarios permanezcan en el servicio durante todo el ciclo escolar.
A lo largo de estas cinco décadas, los servicios educativos de CONAFE se han convertido en un patrimonio invaluable para las comunidades a las que sirven. Transformando vidas, fortaleciendo lazos sociales y construyendo ciudadanía, CONAFE ha demostrado que la educación inclusiva y comunitaria es la clave para un futuro más brillante y equitativo. ¡Felices 50 años, CONAFE!
Por: Gorki Belisario Rodríguez Ávila.
Fotografía: Gorki Rodríguez / HISTORIASMX.