En el gran desierto del estado de Coahuila, se hallan los vestigios de Las Playas del Cretácico, las cuales tuvieron su estancia durante la etapa del cretácico.  

Historiasmx. – El vasto y árido territorio del estado de Coahuila, en la actualidad, esconde un secreto sorprendente. Aunque sus desiertos rojizos y sus valles repletos de cactáceas podrían parecer distantes de un pasado tropical, este lugar alberga una historia asombrosa que nos transporta a hace millones de años, al Período Cretácico de la Era Mesozoica. 

Imaginemos un panorama radicalmente diferente. En ese entonces, lo que ahora es Coahuila estaba cruzado por un inmenso río caudaloso que descendía desde el noroeste. Sus brazos formaban un delta, generando pequeños lagos y pantanos.  

Este río desembocaba en un lado en una laguna de aguas salobres, mientras que por el otro se conectaba con un mar poco profundo y tranquilo. La vegetación, típica de un clima tropical y húmedo, estaba compuesta por magnolias y otras plantas únicas que la ciencia apenas empieza a descifrar. 

Sin embargo, lo más impactante de aquel pasado era su fauna. La imagen que se recrea es asombrosa: dinosaurios herbívoros con picos parecidos a los de un pato, o con cuernos en la cara, compartían su hábitat con depredadores temibles como los Tyranosáuridos y los Ornitomímidos. Estos dinosaurios convivían con cocodrilos, tortugas y otros vertebrados. En el mar, cangrejos, ostras, ammonites (parientes de los pulpos actuales), peces, tiburones y mosasaurios teñían las aguas con su presencia. 

Hoy, el objetivo esencial es desentrañar el porqué de la búsqueda, recolección y estudio de los restos fósiles de estos organismos prehistóricos.  

Estos fósiles, junto con las señales preservadas en las rocas, como las huellas de oleaje, nos brindan una imagen cercana a la realidad de cómo era el sureste de Coahuila hace 70 millones de años.  

Además, se explora la importancia científica, a nivel nacional e internacional, de lo que se ha denominado de manera justa «Las Playas del Periodo Cretácico en Coahuila». 

Coahuila es un lugar excepcional a nivel global debido a la diversidad de procesos de fosilización que se encuentran en su suelo.  

La fosilización es un proceso de cambios físicos y químicos que ocurren en un organismo desde su muerte hasta que se convierte en fósil y se integra a las rocas. 

Uno de estos procesos es la permineralización, que permitió la conservación de los huesos de los dinosaurios. Cuando un dinosaurio moría, sus partes blandas se descomponían o eran devoradas por carroñeros.  

Los huesos, desarticulados, quedaban cubiertos por sedimentos como arena y lodo, evitando su desintegración. Minerales disueltos, como el sílice, precipitaban en los huecos de los huesos, endureciéndolos y preservándolos. 

Las playas del Cretácico no solo preservaron huesos, sino también impresiones de piel. Estas huellas cutáneas pueden formarse por momificación, cuando los dinosaurios perdían agua de sus cuerpos al morir y quedaba «cuero», que se endurecía rápidamente al ser cubierto por sedimentos. La piel en Coahuila es el producto de dos procesos: momificación y permineralización.  

Otra forma de preservación es cuando la piel se imprime en lodo fino que se endurece, similar a nuestras huellas dactilares en plastilina. 

Las huellas de dinosaurios son otro tipo de fósiles hallados. Estas huellas se registraban en sedimentos finos que, al endurecerse, preservaban las marcas. Las huellas proporcionan información sobre hábitos, velocidad y comportamiento de los dinosaurios. 

El estado de Coahuila ha revelado los secretos de un pasado remoto, un mundo de asombrosa diversidad y formas de vida inimaginables. 

Las Playas del Cretácico nos han brindado una ventana a través del tiempo, permitiéndonos comprender cómo la tierra y su vida han evolucionado a lo largo de milenios.  

La labor de los paleontólogos y su exploración en las rocas del pasado nos permite entender mejor nuestro presente y futuro, y nos recuerda la infinita riqueza y complejidad del mundo natural. 

Por: Gorki Belisario Rodríguez Ávila. 

Fotografía: Historiasmx / Gorki Rodríguez. 

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