Los Conchos estaban divididos en varias tribus, entre las que destacaban los Chinarra y los Chiz. Además, existían otras tribus como los Abasopalme, Aycalme, Bachilmi, Baopapa, Cacalotito, Ochan y los Yeguacat.
HISTORIASMX. – Los Conchos, también conocidos como Yoli, fueron una etnia de gran importancia en el Norte de México y el Sur de Estados Unidos.
Pertenecientes al tronco uto-azteca y llevando una vida seminómada, estos indígenas dejaron una huella profunda en la historia y cultura de la región. Este reportaje explora su historia, localización, idioma, cultura, vestimenta, vivienda, economía y alimentación, revelando la riqueza de su legado.
Historia y Organización Tribal.
Los Conchos estaban divididos en varias tribus, entre las que destacaban los Chinarra y los Chiz. Además, existían otras tribus como los Abasopalme, Aycalme, Bachilmi, Baopapa, Cacalotito, Ochan y los Yeguacat. En 1684, un cabecilla de los Conchos, perteneciente a la tribu de los Mamitas, declaró ser líder de diversas tribus, lo que sugiere una cierta unión política entre ellos, a excepción de los Chisos, aliados de los Jumanos, y los Chinarras y Ochan.
Localización Geográfica.
Los Conchos habitaban la cuenca del río Conchos y se extendían hasta el río Bravo, en el norte de Chihuahua. Su territorio abarcaba desde la Sierra Madre Occidental hasta las actuales ciudades de Ojinaga, Chihuahua y Presidio, Texas. Esta región fue un importante sitio de comercio para diversos grupos antes de la llegada de los colonizadores españoles. El nombre «Conchos» proviene de la abundancia de restos de conchas en el río, alrededor del cual estos indígenas vivían.
Idioma y Comunicación.
La lengua concho era una lengua uto-azteca, relacionada estrechamente con el tarahumara. Algunos investigadores proponen que era simplemente una variante dialectal de esta lengua.
Términos toponímicos como Bachimba y Namiquipa, así como Cauimuli (nombre de una colina), provienen de esta antigua lengua. Un hallazgo significativo realizado por Guillermo Cervantes en los archivos históricos de Jiménez, Chihuahua, reveló un pequeño vocabulario de la lengua concha, creado en Atotonilco en 1857. Este documento sugiere que el concho podría haber sido una lengua del grupo taracahita, muy similar al rarámuri o al huarijío.
Cultura y Modo de Vida.
Los Conchos eran cazadores y recolectores, probablemente relacionados culturalmente con los Coahuiltecos, Tamaulitecos y otros grupos vecinos del norte de México. Utilizaban arcos para cazar ciervos, conejos, aves y otros animales silvestres, y empleaban trampas pequeñas para la caza. En el río Concho, cazaban peces utilizando redes.
Una característica distintiva de los Conchos era su práctica de tatuar y pintar sus cuerpos y rostros, una tradición que reflejaba su identidad y creencias culturales.
Vestimenta y Vivienda.
El calzado de los Conchos estaba hecho de fibras vegetales, y su ropa era escasa. Durante el verano, vestían un simple delantal, mientras que en invierno usaban una túnica de piel de conejo para protegerse del frío.
Sus viviendas eran chozas de estructura de madera, cubiertas con pieles o hierba. En el interior, utilizaban tapetes tejidos de hierba donde podían sentarse o acostarse.
Economía y Alimentación.
La economía de los Conchos se basaba en la caza, recolección y agricultura. Las tunas eran una fuente importante de alimento. Las mujeres recolectaban nueces comestibles, raíces y bayas, y eran expertas en el conocimiento de hierbas y sus propiedades curativas.
Impacto y Legado.
La contribución de los Conchos a la diversidad cultural y la historia del norte de México y el sur de Estados Unidos es innegable. Su adaptación a las difíciles condiciones del desierto y su capacidad para mantener una vida seminómada demuestra su resiliencia y conocimiento profundo del entorno natural. A pesar de los cambios y desafíos a lo largo de los siglos, el legado de los Conchos perdura en los topónimos, las tradiciones y la memoria histórica de la región.
Los Conchos representan una parte vital de la historia precolombina de Chihuahua y sus alrededores. Su vida seminómada, habilidades en la caza y recolección, y su rica cultura reflejan la capacidad de adaptación y la profundidad de conocimiento de estos indígenas. A través del estudio de su lengua, costumbres y organización social, podemos apreciar la complejidad y riqueza de su legado, que sigue vivo en la memoria y el paisaje cultural de la región.
Por: Gorki Rodríguez.