Fotografía: Archivo.

Su papel principal era mantener a raya a los roedores en la cocina del barco.

HISTORIASMX. – En una historia que parece sacada de una película, la valentía y el instinto de una gata callejera, apodada cariñosamente como «Jenny», se convirtieron en la clave para salvar vidas en uno de los desastres marítimos más famosos de la historia: el hundimiento del Titanic.

Jenny, una gata callejera adoptada por el trabajador Jim Mulholland, se había convertido en la mascota no oficial del legendario transatlántico. Su papel principal era mantener a raya a los roedores en la cocina del barco. Pero su historia tomó un giro dramático cuando dio a luz a una camada de gatitos durante las pruebas en el mar.

Lo que ocurrió después asombró a todos a bordo.

Justo antes de que el Titanic zarpara en su viaje inaugural desde Southampton, Inglaterra, Jenny comenzó a mostrar un comportamiento inusual. Sin ninguna señal aparente de peligro, la gata tomó a cada uno de sus pequeños gatitos por el cuello y los sacó del barco, uno por uno, a través de la pasarela.

Jim Mulholland, el atento cuidador de Jenny, se dio cuenta de que algo estaba terriblemente mal. Siguiendo el instinto de la gata, Jim decidió abandonar el barco junto con su fiel compañera felina y sus crías.

Y esa decisión, resultó ser la diferencia entre la vida y la muerte.

Pocos días después, el mundo se conmocionó por la noticia del hundimiento del Titanic en aguas heladas. Pero gracias a la intervención de Jenny, Jim y sus gatitos, sus vidas se salvaron milagrosamente.

Años más tarde, cuando la historia de Jenny salió a la luz a través de un artículo de Irish Road, el mundo fue testigo una vez más del asombroso vínculo entre humanos y animales, y cómo la intuición de una simple gata pudo cambiar el destino de aquellos que la rodeaban.

La «Gata Titanic», como fue bautizada posteriormente, se convirtió en un símbolo de esperanza y coraje, recordándonos que, a veces, los héroes más inesperados vienen en forma de pelaje y maullidos.

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