El periodista John Reed, que acompañó a Villa durante la Revolución, respalda esta versión de los eventos en su libro «México Insurgente». 

HISTORIASMX. – Durante mucho tiempo, la ciudad de Jiménez, en el sur del estado de Chihuahua, ha sido considerada la cuna del famoso ejército revolucionario mexicano conocido como «La División del Norte». Sin embargo, investigaciones históricas revelan que esta afirmación no es del todo precisa.  

Jiménez, en realidad, desempeñó un papel crucial en la formación de la División del Norte, un proceso que involucró a varias facciones guerrilleras del norte de México. 

La División del Norte, bajo el mando del general Francisco Villa, fue una coalición unificada de diversas facciones guerrilleras de los estados de Chihuahua y Durango durante la Revolución Mexicana.  

El objetivo era designar a un comandante en jefe que unificara estas facciones para formar un ejército poderoso y avanzar hacia el sur, específicamente para tomar la ciudad de Torreón. 

En agosto de 1913, Pancho Villa y sus más de mil hombres se enfrentaron al ejército Orozquista dirigido por Félix Terrazas en San Andrés Chihuahua. Después de horas de combate, Villa logró tomar el pueblo, lo que resultó en la expropiación de trenes, rifles, cañones y una gran cantidad de cartuchos. 

Después de esta victoria, Villa avanzó hacia la ciudad de Jiménez, donde se unieron a su causa Maclovio Herrera y su brigada «Benito Juárez», así como Trinidad Rodríguez. En este punto, Villa buscó una alianza con Tomas Urbina y se llevó a cabo una histórica reunión en Jiménez. 

Según el historiador Jesús Vargas, en septiembre de 1913, se reunieron en Jiménez los generales y jefes de brigada de las facciones guerrilleras. Semanas después, se llevaría a cabo otra reunión en la Loma, en Durango, donde finalmente Francisco Villa fue nombrado como el jefe indiscutible de la División del Norte. 

El historiador Pedro Salmerón agrega más detalles en su libro «La División del Norte», describiendo cómo los líderes revolucionarios de Chihuahua y Durango se reunieron en la Hacienda de la Loma, Durango, en la madrugada del 29 de septiembre de 1913. Esta reunión dio lugar a la unificación bajo el liderazgo de Pancho Villa. 

El coronel Juan Medina destacó la necesidad de una organización superior y una unidad de mando indiscutible para la guerra regular. Calixto Contreras rechazó la candidatura alegando que no se consideraba capacitado para asumir tal responsabilidad, pero destacó las cualidades de Villa como líder. Finalmente, Villa fue elegido por unanimidad como el comandante en jefe del ejército constitucionalista, marcando así el nacimiento de la famosa División del Norte. 

El periodista John Reed, que acompañó a Villa durante la Revolución, respalda esta versión de los eventos en su libro «México Insurgente». 

Esta historia revela la complejidad y la colaboración entre diversas facciones guerrilleras durante un período tumultuoso de la historia de México, y cómo la formación de la División del Norte fue un hito importante en la Revolución Mexicana.  

Jiménez, aunque no fue la única protagonista, desempeñó un papel significativo en este proceso histórico que cambió la nación para siempre. 

Fotografía: INAH 

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