El inicio de la producción de sandía en estos municipios no solo representa una nueva fuente de ingresos para los agricultores locales, sino también una oportunidad para diversificar la economía agrícola.
HISTORIASMX. – En un hito sin precedentes para la región, los municipios de López y Coronado han visto surgir por primera vez cultivos comerciales de sandía, según informó el jefe de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) en el distrito Río Florido, Roberto Baca Perea.
Baca Perea destacó que este avance fue posible gracias al arduo trabajo de dos productores que decidieron incursionar en el cultivo de la sandía el año pasado, logrando sembrar un total de 4 hectáreas. A pesar de que la zona no se caracteriza por la producción de este fruto, el resultado fue una cosecha de calidad, lo que resalta el potencial redituable de este nuevo cultivo en la región.
El funcionario resaltó que, aunque la siembra de melón también se consideró, las condiciones climáticas del desierto y los factores del distrito no resultaron adecuados para su cultivo, lo que limitó su producción en la zona.
«Es redituable el cultivo», afirmó Baca Perea, «pero todo se establece con base en la oferta y la demanda». Explicó que si la sandía llega demasiado temprano desde otras regiones como Torreón, Ceballos y Valle de Zaragoza, los productores locales podrían enfrentar dificultades para comercializar su producto.
El jefe de la Sader señaló que, aunque hay zonas naturales de producción de sandía en lugares como Valle de Zaragoza y Ceballos, es un logro significativo que municipios como López y Coronado se estén sumando a la oferta de este fruto.
En cuanto a la competencia, Baca Perea destacó que durante la temporada de producción en Durango, municipios como Jiménez, López, Coronado y Parral pueden ver una proliferación de vendedores de sandía a bajo costo, pero advirtió que la calidad de estos productos puede no ser óptima.
El inicio de la producción de sandía en estos municipios no solo representa una nueva fuente de ingresos para los agricultores locales, sino también una oportunidad para diversificar la economía agrícola de la región y satisfacer la demanda local de este popular fruto durante la temporada de cultivo.