A un costado de la casa de la leyenda del desierto, en las grandes llanuras septentrionales de la región sur del estado de Chihuahua, un enorme remolino despertó el buen augurio, al predecir lluvias próximas.  

HISTORIASMX. – Termómetro a 40 grados centígrados, los meses donde Plancha el Diablo, se supone ya habían quedado atrás, junio y julio; más en las llanuras septentrionales de la región sur del estado de Chihuahua, el calor parecía no querer disminuir. 

Nos bajamos de la troca, luego de ir a investigar un sitio de árboles petrificados, el crujir de la tierra seca en contacto con las suelas de las botas, era indicio de que, por la zona, no había caído gota alguna de agua. 

Paso a paso, nos dirigimos a la casa de la leyenda del desierto, conocido así por los locales del sitio, por las mil y una historias que le hacían merecedor del título. Una ráfaga de viento interrumpió el saludo – buenos días- esfumándose lentamente. ¿Cómo están? Está muy seco cabron, no ha querido llover nada, ya estamos desesperados, haber cuántas vacas se nos mueren este año. 

Luego de algunas quejas al dios Tlaloc, la Leyenda del Desierto lanzó una molestia más -esta chingadera que no quiere prender, pues dicen que es un cuadrito de debajo de la marcha, haber tu no lo sabes-. Mientras revisaban la troca tratando de encontrar la posible falla, uno de los ayudantes de la Leyenda, se tiró al suelo hirviendo, introduciéndose en la parte media del vehículo, entre la transmisión de la troca y el suelo; después de algunas maniobras la troca jalo, al parecer el defecto si era la marcha. 

Al momento que encendió la troca, fuertes ráfagas de viento se hicieron sentir, esfumándose rápidamente del lugar donde nos encontrábamos, para metros más adelante crear un enorme remolino, levantándose desde el suelo y hasta una altura considerable. 

En segundo plano del primer remolino, al menos otros ocho remolinos en el faldeo de la Sierra Ojo del Almagre se erigían desde el suelo hasta lo alto del cielo, en una sincronía armoniosa.  

“Ahí viene la lluvia, predijo la Leyenda del Desierto”, platicando con voz gruesa y pausada que, cuando los remolinos comienzan a formarse, es un augurio de que pronto llegará la lluvia.  

Al cabo de una hora emprendimos nuestro trayecto, dejando atrás los remolinos que auguran las prontas precipitaciones pluviales tan necesarias en el desierto de la región sur del estado de Chihuahua, y a una Leyenda del Desierto, y sus mil historias. 

Por: Gorki Belisario Rodríguez Ávila. 

Fotografía: Historiasmx / Gorki Belisario 

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