Este cactus, conocido por sus pencas verdes y carnosas, se ha revelado como una fuente rica en nutrientes esenciales, especialmente en situaciones donde la disponibilidad de agua y forraje es limitada.


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En una reciente investigación, se ha destacado el potencial del nopal forrajero como una alternativa valiosa en la alimentación del ganado en condiciones de sequía.

El nopal forrajero, cuyas pencas contienen una variedad de nutrientes clave, ha demostrado ser más beneficioso en ciertos estados de desarrollo. Según estudios, las pencas de un mes de edad son más ricas en vitamina C, carbohidratos y proteínas, mientras que las de un año presentan mayores contenidos de calcio, sodio, potasio y hierro, además de fibra. Esta variabilidad en su composición nutricional hace que el nopal forrajero sea una opción versátil para suplir las necesidades específicas de los animales en diferentes etapas de crecimiento.

La resistencia del nopal a la sequía y las variaciones de temperatura se ha identificado como una de sus características más notables. Esta planta perenne, suculenta y resistente puede almacenar agua en sus tejidos, permitiéndole sobrevivir en condiciones climáticas adversas. Esta capacidad de resistencia ha llevado a la sugerencia de que el nopal forrajero puede ser un recurso vital en regiones propensas a la sequía.

En términos de cultivo, se ha recomendado el uso de pencas provenientes de plantas robustas y saludables para la reproducción. La densidad de plantación puede variar significativamente, desde 2,500 hasta 45,000 plantas por hectárea, dependiendo de las condiciones del suelo y la humedad disponible. Métodos más intensivos, como el espaciado de 100 x 25 cm, se han propuesto como alternativas eficientes.

Además de su resistencia y versatilidad en el cultivo, el nopal forrajero ha demostrado ser una fuente de alimento valiosa para diversos animales, incluyendo ganado caprino, bovino, ovino y porcino, así como aves de corral y conejos. Su capacidad para proporcionar energía digestible, agua y vitaminas lo convierte en un recurso esencial, especialmente en épocas de sequía.

Los expertos sugieren que, cuando se combina con otros alimentos debido a su bajo contenido de proteína, el nopal forrajero puede jugar un papel crucial en la alimentación animal. Las pencas, que permanecen vivas hasta por 12 meses, son particularmente útiles para suplir las necesidades de agua del ganado durante largos periodos. Por ejemplo, el consumo de 40 kg de nopal por día puede proporcionar al ganado hasta 35 litros de agua, demostrando así su eficacia en situaciones donde el acceso al agua es limitado.

El nopal forrajero emerge como una solución sostenible y versátil en la alimentación animal, destacando su resistencia, valor nutricional y capacidad para prosperar en condiciones adversas. Con la creciente preocupación sobre la escasez de agua y los desafíos climáticos, este cactus podría desempeñar un papel fundamental en la seguridad alimentaria en el futuro.

Fotografía: SADER.

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