La palabra sotol o zotol proviene del vocablo náhuatl tzotollin y significa el dulce de la cabeza, que fue utilizado por los anasazi, los tarahumaras, los tobosos y los apaches desde el año 205 d. C. y aún se mantiene el nombre.
HISTORIASMX. – En las áridas tierras del norte de México, específicamente en el estado de Chihuahua, se encuentra una bebida ancestral que ha perdurado a través de siglos: el sotol. Esta bebida alcohólica, elaborada a partir de la destilación de la planta homónima, es una pieza clave del patrimonio cultural y gastronómico de la región.
El Proceso Tradicional de Elaboración.
El proceso para elaborar el sotol es una tradición que se remonta a siglos atrás y sigue siendo respetada por los productores artesanales de la región. Comienza con la recolección y deshoje de las plantas de sotol, conocidas científicamente como Dasylirion, que crecen en el árido desierto del norte mexicano. Luego, se procede a excavar y preparar el horno donde se cocinarán las cabezas de las plantas para liberar sus jugos y prepararlas para la fermentación.
Una vez cocidas, las cabezas de sotol se maceran y fermentan, proceso crucial para desarrollar los sabores característicos de la bebida. Posteriormente, el líquido resultante se destila hasta en dos ocasiones, asegurando así la pureza y calidad del producto final. Esta elaboración meticulosa y artesanal garantiza que cada botella de sotol mantenga el sabor y la esencia de la tradición ancestral.
Usos Tradicionales y Propiedades Medicinales.
Desde hace 800 años, los indígenas autóctonos del norte de México, como los tarahumaras y anasazis, han utilizado el sotol no solo como una bebida para ceremonias religiosas, sino también como un remedio medicinal. La combinación del sotol con hierbas como la damiana lo convierte en un vigorizante natural, mientras que el uso de wereke ayuda a controlar la diabetes. Además, el sotol en curado con oja sée alivia problemas estomacales y actúa como un digestivo cuando se mezcla con manzana verde.
La Experiencia Sensorial y Cultural del Sotol.
El sotol no es simplemente una bebida alcohólica; es una experiencia sensorial y cultural profunda. Al ser consumido, el primer trago derecho se describe como un despertar no solo de los sentidos, sino también de la conciencia.
Con una graduación alcohólica que oscila entre 38 y 45 por ciento, el sotol tiene un sabor ahumado, evocador de la leña y la tierra del desierto chihuahuense. Esta característica única hace que el sotol sea ideal para disfrutarlo «en las rocas», resaltando así su complejidad de sabores.
Denominación de Origen y Variedades del Sotol.
En el año 2002, el gobierno mexicano otorgó la Denominación de Origen al sotol, reconociendo así la importancia de la región norte de México en la producción de esta bebida.
Existen cuatro variedades principales de sotol: el blanco o silver, el joven o gold, el reposado o aged, y el extra añejo o extra-aged. Cada una ofrece matices y sabores distintos, reflejando el arte y la dedicación de los maestros sotoleros que preservan esta tradición.
Reconocimientos y Perspectivas Futuras.
El sotol no solo es apreciado a nivel local, sino que ha ganado reconocimiento internacional. Por ejemplo, el sotol extra añejo H5 ha sido galardonado por encima de los mejores tequilas, destacando su calidad y complejidad. Sin embargo, a pesar de su prestigio, la producción de sotol sigue siendo en gran parte artesanal y arraigada a las tradiciones locales.
En conclusión, el sotol no solo es una bebida alcohólica, sino un símbolo de la identidad cultural del norte de México. Su historia rica y sus propiedades únicas hacen del sotol una bebida que trasciende el tiempo y las fronteras, ofreciendo a quienes la prueban una verdadera conexión con la tierra y la historia de Chihuahua.
Por: Gorki Rodríguez.