Fotografía: Gorki Rodríguez / HISTORIASMX.

Una joya aromática que florece tras las lluvias, el orégano silvestre que crece en las sierras del municipio de Jiménez es una parte esencial de la cultura y la gastronomía local.

HISTORIASMX. – En las sierras del municipio de Jiménez, en el estado de Chihuahua, crece un tesoro natural que ha sido utilizado por generaciones para condimentar alimentos, preparar infusiones medicinales, e incluso como un importante recurso económico para las comunidades rurales: el orégano silvestre. Esta planta, que reverdece de forma majestuosa después de las lluvias, tiene una larga historia de usos tradicionales y se ha convertido en un emblema de la flora local.

A lo largo de este reportaje, exploraremos las características, usos y la temporada de recolección de esta hierba, que ha sido cultivada y recolectada en las sierras de Jiménez por siglos.

Orégano silvestre: una planta resistente y valiosa.

El orégano silvestre, cuyo nombre científico es Origanum vulgare, es una especie perteneciente a la familia Lamiaceae, la misma que incluye a otras hierbas aromáticas como la menta y el tomillo. Es una planta perenne que puede alcanzar hasta 45 centímetros de altura, formando pequeños arbustos de tallos cuadrados y de tono rojizo en su parte superior. Las hojas, de forma ovalada y ligeramente dentadas, son la parte más utilizada de la planta, y poseen un aroma distintivo y potente que se intensifica al ser secadas.

En su hábitat natural, las sierras del municipio de Jiménez, esta hierba aromática es resistente a condiciones extremas. Su capacidad para sobrevivir en climas áridos y semiáridos la convierte en un ejemplo de adaptación a las dificultades que impone la región. Durante la mayor parte del año, el orégano permanece en estado de latencia, esperando pacientemente las lluvias, que traen consigo la temporada de recolección más productiva.

La mejor temporada para la recolección: cuando el orégano reverdece.

Uno de los aspectos más fascinantes del orégano silvestre de Jiménez es que su mejor temporada para la recolección se produce justo después de las lluvias, cuando la planta reverdece y alcanza su máximo esplendor. Las lluvias de verano proporcionan el agua necesaria para que los arbustos vuelvan a florecer, llenando las sierras de un color verde intenso y liberando un aroma inconfundible que perfuma el aire.

Los recolectores locales saben que este es el momento ideal para cosechar el orégano, ya que es cuando la planta contiene la mayor concentración de aceites esenciales como el carvacrol y el timol, compuestos que le otorgan su distintivo sabor y aroma. Tradicionalmente, la recolección del orégano se realiza de manera manual, con técnicas que han pasado de generación en generación. Estas prácticas incluyen cortar las hojas y las flores justo antes de que la planta comience a secarse de forma natural, garantizando que el producto final mantenga sus propiedades aromáticas y medicinales intactas.

La tradición de la recolección y su valor económico.

La recolección de orégano silvestre en las sierras de Jiménez no solo es una actividad tradicional, sino también una fuente de ingresos para muchas familias que viven en comunidades rurales. El orégano recolectado se vende en mercados locales, e incluso se exporta a otras regiones del país, donde es valorado por su pureza y calidad. La producción de orégano silvestre es especialmente importante en tiempos de dificultades económicas, ya que ofrece una alternativa sustentable y de bajo costo para los habitantes de estas zonas.

Fotografía: Gorki Rodríguez / HISTORIASMX.

Los recolectores locales, muchos de ellos campesinos de comunidades pequeñas, se encargan de cosechar, secar y procesar el orégano. El proceso de secado es crucial para preservar las propiedades aromáticas de la planta. Se realiza al aire libre, en zonas bien ventiladas, evitando la exposición directa al sol para evitar la degradación de los compuestos volátiles. Una vez seco, el orégano es empaquetado y vendido como una de las especias más preciadas en la gastronomía mexicana y mundial.

Usos tradicionales: más allá de la cocina.

El orégano silvestre que crece en Jiménez tiene una amplia variedad de usos tradicionales. En la gastronomía, es uno de los ingredientes clave en la cocina regional. Se utiliza para sazonar carnes, agregar sabor a salsas y como componente esencial en adobos y mojos. Su aroma penetrante y su sabor ligeramente amargo aportan una profundidad que enriquece los platillos tradicionales.

Sin embargo, el orégano también tiene un papel importante en la medicina tradicional. Desde tiempos antiguos, se ha utilizado en la región como un remedio casero para tratar problemas digestivos, resfriados y dolores de garganta. La infusión de orégano, preparada con hojas secas, es un remedio común para aliviar la tos y mejorar la digestión. Además, el aceite esencial de orégano, extraído de las hojas, tiene propiedades antimicrobianas y antioxidantes, lo que lo convierte en un ingrediente valorado en la fitoterapia.

Diferencias con la mejorana y otras variedades de orégano.

Es importante señalar que el orégano silvestre que crece en las sierras de Jiménez no debe confundirse con otras plantas de la misma familia, como la mejorana (Origanum majorana). Aunque estas especies están relacionadas, la mejorana tiene un sabor mucho más suave y dulce en comparación con el sabor intenso y el aroma fuerte del orégano silvestre. Además, la mejorana no contiene los mismos niveles de carvacrol y timol, que son los compuestos que le dan al orégano su distintivo sabor.

El orégano de Jiménez también se distingue de otras variedades de orégano que se encuentran en distintas partes del mundo. Por ejemplo, el orégano mediterráneo, ampliamente utilizado en la cocina italiana y griega, tiene un perfil de sabor más herbáceo y terroso, mientras que el orégano de Jiménez tiene una nota más picante y floral, producto de las condiciones climáticas extremas de la región.

Un recurso sostenible en peligro de sobreexplotación.

A pesar de su abundancia y valor, el orégano silvestre enfrenta ciertos riesgos de sobreexplotación. La creciente demanda en los mercados internacionales ha llevado a una mayor presión sobre los ecosistemas donde crece esta planta. Los expertos han advertido sobre la necesidad de implementar prácticas sostenibles de recolección que permitan preservar el orégano para futuras generaciones.

Una de las soluciones propuestas es la creación de programas de manejo comunitario, donde las comunidades locales se encarguen de la recolección de manera regulada, respetando los ciclos naturales de la planta. Estos programas también buscan educar a los recolectores sobre la importancia de no agotar los recursos, garantizando que el orégano silvestre siga siendo una fuente de ingresos y orgullo cultural en la región.

Conclusión: el orégano silvestre como emblema de la riqueza natural de Jiménez.

El orégano silvestre de las sierras de Jiménez no solo es una hierba aromática más, sino un verdadero patrimonio natural que ha sido parte de la vida de las comunidades locales durante generaciones. Su resistencia a las condiciones climáticas adversas, su versatilidad en la cocina y sus propiedades medicinales lo convierten en una planta de incalculable valor.

La mejor temporada para su recolección, justo después de las lluvias, es un recordatorio de la importancia de la naturaleza en la vida diaria de las personas, y de cómo la flora local puede ser una fuente de sustento, salud y cultura. Sin duda, el orégano silvestre de Jiménez seguirá siendo una pieza clave en la identidad de la región, siempre y cuando se proteja y se valore como lo que es: un tesoro verde que florece después de cada tormenta.

Por: Gorki Belisario Rodríguez Ávila.

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