Fotografía: Gorki Rodríguez / HISTORIASMX

Enclavado en un laberinto de pasadizos y cuevas, a 1,604 metros sobre el nivel del mar, se encuentra Peñoles, un sitio arqueológico fascinante en el municipio de Villa Coronado.

HISTORIASMX. – Formado por roca ígnea volcánica, este lugar es considerado el último bastión de la civilización de los tobosos, una tribu de nómadas cazadores recolectores.

Peñoles es un testimonio del último asentamiento de esta tribu antes de ser esclavizada y exterminada con la llegada de los europeos, quienes establecieron sus villas y fincas a lo largo del río Florido, desde Jiménez hasta Hidalgo del Parral.

Los Tobosos: Maestros del Arco y Guerreros Valientes.

Conocidos por su habilidad en el manejo del arco y su carácter aguerrido, los tobosos eran legendarios. Sus penachos de ala ancha, fabricados con plumas de aves de los desiertos del norte de México, simbolizaban su espíritu revolucionario.

La tribu tenía una notable presencia en el sur de Chihuahua, en municipios como Jiménez, Villa López, Valle de Allende, Hidalgo del Parral y Villa Coronado. Este último es hogar de Peñoles, el sitio arqueológico más grande relacionado con los tobosos.

Un Viaje a Peñoles.

Ubicado en la región suroeste de Chihuahua, Peñoles está a una hora y media de Villa Coronado y a dos horas de Jiménez. Para llegar, se debe tomar la carretera López-Villa Coronado y luego desviarse hacia la comunidad de Iturralde.

Desde allí, un camino de terracería conduce a los cerros volcánicos de Peñoles, que, al estar desnudos de vegetación, exponen imponentes peñascos formando figuras, pasadizos, cuevas y refugios naturales.

Descubrimiento y Exploración.

El arqueólogo Arturo Guevara Sánchez documentó por primera vez este importante sitio arqueológico tras una denuncia del profesor Manuel Valdés Durán al INAH, que señalaba la abundancia de vestigios en Peñoles.

No fue hasta 1998 que se iniciaron los trabajos de prospección y estudio, revelando la magnitud de este yacimiento. Se registraron más de 21 construcciones de adobe y piedra, realizadas por los tobosos para su protección.

Vestigios de una Civilización.

Las formaciones rocosas de Peñoles proporcionaron refugios naturales que los tobosos aprovecharon para construir sus chozas. Además, se encontraron más de 14 paneles de arte rupestre, con representaciones de figuras zoomorfas, antropomorfas y abstractas.

Este asentamiento, que duró más de diez años según los arqueólogos Guevara Sánchez y M. Luisa Reyes Landa, fue un núcleo poblacional durante la ocupación virreinal. Se hallaron morteros fijos y móviles, utilizados para moler hierbas y semillas, indicando una práctica agrícola rudimentaria.

Una Historia de Ocupación y Abandono.

La primera ocupación de Peñoles data de la época prehispánica, alrededor del año 1450 d.C., y una segunda ocupación ocurrió durante la era virreinal. Los tobosos petroagrícolas dejaron huellas de su presencia con tiestos vidriados, objetos de metal y piezas de vidrio.

Fotografía: Gorki Rodríguez / HISTORIASMX

En los paneles rupestres destacan figuras de jinetes a caballo y sacerdotes, revelando la interacción y eventual sometimiento por parte de los europeos. Las cruces religiosas grabadas en las paredes de roca evidencian los esfuerzos de evangelización.

Un Patrimonio en Riesgo.

A pesar de ser uno de los sitios arqueológicos más importantes del suroeste de Chihuahua, Peñoles ha sido objeto de vandalización y saqueo, causando daños irreparables. La riqueza histórica y cultural de este lugar es invaluable, y su preservación es crucial para mantener viva la memoria de los tobosos y su legado en la región.

Peñoles no es solo un vestigio arqueológico, sino un testimonio vivo de la resistencia y adaptación de una tribu que, a pesar de su desaparición, dejó una huella indeleble en la historia de Chihuahua.

Por: Gorki Rodríguez.

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