Fotografía: Gorki Rodríguez / HISTORIASMX.

En los vastos y áridos paisajes del desierto chihuahuense, una criatura fascinante y sorprendente se abre paso entre las rocas y la arena. Se trata del lagarto de collar de la gran cuenca (Crotaphytus bicinctores), una especie única que ha adaptado su vida a las duras condiciones de este entorno desértico.

HISTORIASMX. – El lagarto de collar de la gran cuenca es también conocido como lagarto de collar del desierto o lagarto negro de collar del Mohave.

Aunque comparte similitudes en forma y tamaño con el lagarto común de collar (Crotraphytus collaris), se diferencia por la ausencia de colores extravagantes. Los machos pueden presentar tonalidades que van desde el café hasta el naranja, a veces con el estómago en tonos rojos o rosados. Por otro lado, las hembras suelen ser de color negro o café oscuro.

Una característica distintiva de C. bicintores son las escamas elongadas cerca de las garras, y su cola tiene una forma más triangular que circular. Esta especie de lagarto depende en gran medida de fuentes externas de calor para regular su temperatura corporal, lo que lo convierte en un habitante perfectamente adaptado a las condiciones extremas del desierto.

En el ecosistema del desierto chihuahuense, el lagarto de collar de la gran cuenca desempeña un papel importante.

Contribuye al equilibrio ecológico al ser parte de la cadena alimenticia y al control de poblaciones de insectos y otros pequeños animales. Además, su presencia añade diversidad y riqueza a la biodiversidad de la región.

El lagarto de collar de la gran cuenca es un ejemplo fascinante de cómo la vida puede prosperar en los lugares más inhóspitos.

Su capacidad para adaptarse y sobrevivir en un entorno tan desafiante es un recordatorio de la increíble diversidad y resiliencia de la naturaleza.

Por: Gorki Rodríguez.

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