Un petrograbado de una palma de Yuca, sugiere que, una de las principales fuentes alimenticias de los integrantes de la tribu: Pecos Rivers Focus, que habitó una región de Jiménez, fue la flor de palma, la cual puede ser utilizada como alimento por los humanos.
Historiasmx. – Entre un cañón formado por dos sierras de baja altura, se encuentra una cueva con pinturas rupestres, de la cual cuya ubicación no se revela por motivos de preservación. Formada por dos cámaras las cuales poseen una serie de petrograbados (dibujos en la roca) y pinturas rupestres realizadas con mineral de hierro, arte rupestre el cual pertenece a dos tribus diferente de nómadas, cazadores y recolectores que habitaron está área.
El municipio de Jiménez se encuentra ubicado en la región sur del estado de Chihuahua. La porción sur del municipio, en conjunto con los estados de Durango y Coahuila, forman la reserva de Biosfera del Bolsón de Mapimí, cuya región fue el hábitat de diferentes tribus de nómadas, cazadores y recolectores de distintos periodos del tiempo; tanto del periodo Antes de Cristo y Después de Cristo.
Una de las tribus que mayor influencia tuvo en el municipio y la región del Bolsón, fue la de los Tobosos, la cual se encuentra situada en la línea del tiempo, del 1000 al 1800 de Nuestra Era, y cuyos vestigios arqueológicos son los que más afloran en Jiménez. Pese a que esta tribu tuvo una fuerte presencia, en el municipio es posible encontrar vestigios de civilizaciones más antiguas, que han dejado vestigios por todo Jiménez.
Esta breve información la cual se abordará a continuación pertenece a la cueva de Los Monitos, enclavada en un cañón de más de cien metros de profundidad, y cuyos vestigios fueron estudiados por el arqueólogo Luis Aveleyra, quien identificó a la tribu que dejó los vestigios de petrograbados y pintura rupestre como, al desarrollo cultural Pecos Rivers Focus, cuyo periodo se sitúa entre el 300 al 900 Después de Cristo (D.C.).
Esta tribu habitó parte del suroeste de Texas, y cuya particularidad es que, se situaban o establecían sus campamentos al margen de importantes arroyos o ríos. Cuerpos de agua de los cuales bebían, pescaban, cazaban y recolectaban plantas.
Las principales características del área geográfica de la Cueva de los Monitos indican que, por la cañada que surca dos sierras, fluía un importante cuerpo de agua, el cual los proveía del vital líquido, así como de peces (por las pinturas rupestres que representan peces), lo que llevó a los integrantes de la tribu a hacer sobre una roca de granito que pasa a un costado del lecho del arroyo, morteros, los cuales son hoyos en la roca de forma circular, los cuales utilizaban para triturar, hierbas, granos, plantas y mineral para realizar las pinturas rupestres. Cuyas condiciones viables para la vida, llevó a esta tribu a una estancia prolongada.
El arroyo continúa su curso hacía la cañada, cuya profundidad es de más de cien metros, con rocas erosionadas por las corrientes de agua, mismas que forman dos cascadas.
En la parte inicial de la cañada se localiza la cámara con las dos cuevas, situada en un punto estratégico con vista a la cañada y cerros, así como de una accesibilidad al agua, los morteros y el arroyo.
El tipo de petrograbados que más abunda al interior de las dos cámaras, son los proyectiles o flechas de tipo Shumla, la representación de una escena de una cacería y algunas otras figuras abstractas.
Asimismo, en lo que respecta a las pinturas rupestres, se encuentra representado el medio geográfico en el cual la tribu habitó, peces, venados, animales, hombres, flechas, arcos y la cañada.
Sin duda alguna, una de las representaciones artísticas más importantes del sitio, por ser única en Jiménez, es la representación de dos especies de flora de la región. Una palma yuca en etapa de floración y algún arbusto al parecer, pasto de pradera.
Este petrograbado sugiere que, los habitantes de la tribu además de ser cazadores eran importantes recolectores de plantas de la región para su consumo y la utilización como medicina.
La principal característica de la palma de yuca es que, la flor que da puede ser utilizada por el humano para su consumo. Tal es el caso de la tribu al representar con gran énfasis la palma en estado de floración, lo cual indica que, una de las principales fuentes alimenticias de esta tribu, era la flor de la palma.
Esta investigación se refuerza, con la serie de morteros hallados sobre dos piedras, ubicadas una al costado de la representación de la palma, otra en el centro de las dos cámaras y un mortero fijo más, en la cámara contigua.
Los habitantes de esta tribu fueron importantes recolectores de las plantas locales de la región, así como de algunos granos, los cuales procesaban tanto en los morteros de las cuevas como en los hallados al costado del lecho del arroyo.
En los alrededores de los valles y lomeríos, abundan las palmas de yuca, las cuales fueron de fácil acceso para esta tribu de nómadas, cazadores y recolectores.
Otro de los vestigios impresionantes, es la representación de peces, lo que sugiere que en el afluente de agua que hubo hace miles de años, fue el hábitat de peces, los cuales eran aprovechados por la tribu. Sin duda alguna, esto es solo una breve parte de la investigación del sitio, el cual es de suma importancia para rescatar la memoria de los habitantes del Bolsón de Mapimí.
Por: Gorki Belisario Rodríguez Ávila.
Fotografía: Historiasmx / Gorki Rodríguez.