Conoce al pequeño lagarto cornudo de Texas, un maestro del camuflaje y la defensa, que habita en los áridos paisajes del suroeste de Estados Unidos y México.

HISTORIASMX. – Si alguna vez te encuentras en los áridos desiertos del suroeste de Estados Unidos o México, podrías tener la suerte de cruzarte con una criatura verdaderamente sorprendente: la lagartija cornuda texana, también conocida como lagarto cornudo o camaleón texano (Phrynosoma cornutum).

Este pequeño reptil, que pertenece a la familia Phrynosomatidae, presenta una serie de características que lo hacen único en su especie. Con un cuerpo aplanado y una corona de escamas en forma de espinas en la cabeza, incluyendo dos espinas centrales especialmente largas, este lagarto cornudo es una verdadera maravilla de la naturaleza.

Su coloración varía entre el amarillo, rojizo, grisáceo o naranja, a menudo con matices café, y se adorna con manchas dorsales oscuras y conspicuas. Pero lo más impresionante de todo son sus espinas defensivas: un par de espinas occipitales bien desarrolladas en la cabeza, tres pares de temporales y una interoccipital solitaria y pequeña. Con 294 huesos en su cuerpo, sin contar sus espinas, este pequeño lagarto es un maestro en la defensa contra depredadores.

Pero lo más asombroso es su método de defensa más sorprendente: cuando se siente amenazado, la lagartija cornuda texana puede lanzar sangre por las comisuras de sus ojos, ¡hasta un metro de distancia! Por esta peculiar habilidad, también se le conoce como «llora sangre».

Este increíble reptil habita en una amplia área que se extiende desde el centro de Kansas hasta el suroeste de Texas, el noroeste de Luisiana y el sureste de Arizona, así como en diversas regiones de México. Prefiere áreas desérticas abiertas o secas, con sustratos arenosos, rocosos o arcillosos, donde dominan pastizales, mezquites o cactáceas.

A pesar de su adaptabilidad, la lagartija cornuda texana enfrenta amenazas en su hábitat debido a la destrucción y fragmentación del mismo por actividades humanas como la agricultura, el desarrollo urbano y la deforestación. Además, el uso de pesticidas para combatir hormigas también representa un peligro para su supervivencia.

Aunque su población se considera estable, es importante concienciar sobre la importancia de conservar este fascinante reptil y su hábitat natural. La lagartija cornuda texana es una joya de la naturaleza que merece nuestra protección y admiración.

Fotografía: Gorki Rodríguez.

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