Fotografía: Fotógrafo Casasola.

El fenómeno de la prostitución en México ha sido objeto de múltiples debates a lo largo de la historia, influenciado en gran parte por las corrientes ideológicas y sanitarias de Europa, en particular de Francia. A través de la obra de Luis Lara y Pardo, publicada en 1908, se aborda el reglamentarismo y el abolicionismo en torno a esta actividad, enmarcando la prostitución como un mal social que debe ser controlado, no solo por su impacto moral, sino también por sus implicaciones sanitarias

HISTORIASMX. – La prostitución, a lo largo de la historia de México, ha sido vista con una mezcla de temor, repudio y necesidad, siendo regulada, tolerada o perseguida según las coyunturas políticas, morales y sanitarias del momento. Una de las miradas más influyentes sobre este fenómeno surgió a inicios del siglo XX con el libro La prostitución en México, de Luis Lara y Pardo, un médico y periodista cuya obra abordó las múltiples facetas de esta práctica, desde su impacto en la salud pública hasta sus raíces sociales y culturales.

Prostituta en un bar.

Lara y Pardo, influenciado por corrientes higienistas francesas y europeas, escribió en una época en la que el debate sobre la prostitución se dividía entre dos grandes posiciones: el abolicionismo, que defendía la prohibición total de la práctica, y el reglamentarismo, que proponía su regulación bajo estrictos controles sanitarios y policiales. Aunque en su discurso Lara y Pardo parece alinearse con los abolicionistas, su obra refleja una postura ambigua que critica tanto la ineficacia de los reglamentos como los peligros de su abolición sin medidas de control.

Una mirada francesa en México.

Durante el siglo XIX y principios del siglo XX, la élite mexicana se vio fuertemente influenciada por la cultura y las ideas europeas, especialmente las francesas. Francia, cuna del reglamentarismo, exportó un sistema que incluía la creación de normas para controlar la prostitución, lo que derivó en el establecimiento de zonas de tolerancia, prisiones para las prostitutas infectadas con enfermedades venéreas y una vigilancia sanitaria constante. Este modelo, conocido como el «sistema francés», fue adoptado en México bajo el imperio de Maximiliano y continuó siendo un referente hasta bien entrado el siglo XX.

Prostitutas en casa de citas de la calle de Moctezuma.

Luis Lara y Pardo, aunque crítico de la aplicación de los reglamentos en México, reconoce en su obra la importancia de estas influencias extranjeras. Cita a Parent Duchatelet, un higienista francés cuyo tratado sobre la prostitución en París fue fundamental para el desarrollo de las políticas sanitarias en Europa. Según Lara y Pardo, la regulación de la prostitución debía considerar no solo la salud pública, sino también la protección social de las clases más vulnerables, particularmente las mujeres que se veían obligadas a ejercer este oficio debido a la pobreza y la falta de oportunidades.

Prostitución y salud pública.

Uno de los principales enfoques de Lara y Pardo en su obra fue la relación entre la prostitución y las enfermedades venéreas, en particular la sífilis y la blenorragia, que eran comunes entre las trabajadoras sexuales de la época. En 1908, el control de estas enfermedades se había convertido en una preocupación central para las autoridades médicas y sanitarias. Lara y Pardo, al igual que muchos de sus contemporáneos, veía en la prostitución un foco de infección que debía ser controlado mediante medidas estrictas de profilaxis y vigilancia sanitaria.

Prostituta herida del brazo izquierdo.

En su libro, Lara y Pardo critica la falta de controles efectivos sobre los hombres que frecuentaban los burdeles y que, según él, eran responsables en gran medida de la propagación de estas enfermedades. A diferencia de otros autores de su época, que ponían toda la responsabilidad sobre las mujeres, Lara y Pardo aboga por una visión más equitativa, señalando que tanto hombres como mujeres debían ser objeto de las mismas medidas de control sanitario.

El debate entre abolicionismo y reglamentarismo.

A principios del siglo XX, el debate sobre la prostitución en México se polarizó entre abolicionistas y reglamentaristas. Los primeros defendían la prohibición total del ejercicio de la prostitución, argumentando que las mujeres que la practicaban eran víctimas de una sociedad que las explotaba y oprimía. Los reglamentaristas, por su parte, creían que la prostitución era un mal necesario y que la única forma de controlarla era mediante su regulación bajo estrictos controles sanitarios y policiales.

Retrato a prostituta.


Lara y Pardo, aunque crítico de la reglamentación tal como se aplicaba en México, no se alineaba completamente con los abolicionistas. En su obra, reconoce que la abolición sin medidas de control podría conducir a una proliferación descontrolada de la prostitución clandestina, con consecuencias aún más graves para la salud pública. Su propuesta, en cambio, era una reforma de los reglamentos existentes, adaptándolos a las realidades sociales y económicas de México y mejorando la aplicación de las normas sanitarias.

Prostitutas detenidas.


La prostitución en México, tal como la describe Luis Lara y Pardo, es un fenómeno complejo que no puede ser abordado únicamente desde una perspectiva moral o sanitaria. En su obra La prostitución en México, este médico y periodista ofrece una mirada detallada y crítica sobre las políticas públicas de su tiempo, destacando las influencias extranjeras, en particular las francesas, y proponiendo un enfoque más equilibrado que reconozca tanto los derechos de las mujeres que ejercen la prostitución como la necesidad de proteger la salud pública.

Por: Gorki Rodríguez

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