Durante el siglo XX, el territorio de Sierra Mojada pertenecía al municipio de Jiménez, Chihuahua. Pero su destino se decidió en una borrachera en el Café Tacuba de la Ciudad de México, entre los gobernadores de Chihuahua y Coahuila. Después de este garrafal descuido, Sierra Mojada paso a ser parte del estado de Coahuila.  

HISTORIASMX. – En los albores del siglo XX, un episodio peculiar tuvo lugar en el Café Tacuba de la Ciudad de México. En ese momento, el gobernador de Coahuila, José María Garza Galán, se reunió con su homólogo chihuahuense, Lauro Carrillo, para resolver un conflicto de límites territoriales que involucraba el municipio de Sierra Mojada, un rincón remoto en el desierto de Mapimí. 

Ambos gobernadores habían debatido repetidamente sobre la posesión de este territorio. A pesar de contar con el respaldo del presidente de México en ese momento, Porfirio Díaz, solicitaron que la disputa se resolviera en una conversación privada, sin la intervención del mandatario nacional. 

Sierra Mojada, situada al oeste del estado de Coahuila, a 1,530 metros sobre el nivel del mar, limita con varios municipios circundantes y el estado de Chihuahua. Su nombre proviene de la apariencia húmeda que tiene un cerro en la zona, que desde la primera mitad del siglo XVIII se ha conocido con ese nombre. Pero, ¿por qué este remoto territorio del desierto era tan importante? 

El Descubrimiento de Néstor Arreola.

La historia de Sierra Mojada se entrelaza con el descubrimiento de una valiosa veta de plata. En mayo de 1879, Néstor Arreola, el jefe de la Policía Montada, persiguiendo a un grupo de indios que causaban problemas en la región de Mapimí, Durango, llegó a Sierra Mojada. Durante la persecución, pasaron la noche en un cerro llamado «La Blanca» entre Sierra Mojada y Esmeralda. Al amanecer, se percataron de una piedra fundida que, al parecer, contenía plata. Se cree que un rayo cayó en el lugar, fundiendo la roca y revelando la riqueza mineral. 

De regreso a Durango, el material se analizó y se descubrió que contenía una alta concentración de plata. Al no estar claro a qué estado pertenecía el territorio, se denunció la veta con el juez de Mapimí. 

La Fiebre de la Plata y la Compañía Minera «La Constancia».

El descubrimiento de la veta, bautizada como «La Carolina» y luego «La Blanca,» desató una fiebre de prospección minera. La noticia se publicó en el periódico Sun de Nueva York, lo que atrajo a numerosos buscadores de fortuna, incluyendo a coahuilenses y personas de otras partes de México. La compañía Minera «La Constancia» se convirtió en la primera empresa en explotar el valioso mineral. El traslado del mineral se realizaba en mulas, abastecidas por el arriero Antonio Gabrán. 

Dos minas, «La Esmeralda» y «San Rafael,» comenzaron a ser explotadas, y las muestras se analizaban en el probador de metales en Monclova. La ubicación de la mina era difícil de situar en un mapa, a unas 60 a 70 leguas de Monclova, en un terreno árido y peligroso. 

La Astucia del Coronel y el Destino de Sierra Mojada .

La resolución del conflicto de límites entre Coahuila y Chihuahua tuvo un giro inesperado en el Café Tacuba. El astuto Coronel Garza Galán sabía que su homólogo, Lauro Carrillo, era un amante del alcohol. Durante la cena en el café, entre risas y copas, se mencionó el problema de Sierra Mojada. Garza Galán sirvió copa tras copa a Carrillo, quien finalmente, en un estado de embriaguez, renunció a cualquier reclamo sobre Sierra Mojada en un gesto de amistad. 

Este astuto movimiento dejó el municipio de Sierra Mojada como parte de Coahuila, desencadenando una serie de progresos en la región. 

El Poblamiento y la Llegada del Ferrocarril .

En 1879, se emitió un decreto para establecer una nueva población en Sierra Mojada, y las autoridades civiles seleccionaron el lugar para el nuevo asentamiento. Se trazaron lotes para la escuela, cementerio, iglesia, plazas y oficinas de las autoridades, así como para darles posesión de terrenos a los mineros que aún vivían en cuevas improvisadas. En 1891, la vía férrea de Escalón-Sierra Mojada finalmente se completó, reemplazando el transporte de mineral en mulas. 

La región no solo produjo plata de alta ley, sino también plomo, cobre, zinc y hierro, lo que impulsó su crecimiento. 

El Fin de Garza Galán.

Sin embargo, el destino de Garza Galán tomó un giro desafortunado cuando se descubrió que se había beneficiado personalmente de los fondos mineros de Sierra Mojada. Esto provocó descontento entre empresarios y llevó a un intento de movimiento armado. La intervención del General Bernardo Reyes fue necesaria para resolver la situación. 

Garza Galán renunció a su cargo y se retiró a Múzquiz, donde murió en 1902. A pesar de las acusaciones en su contra, su astucia estratégica para anexar Sierra Mojada a Coahuila dejó una huella imborrable en la historia de la región. 

Así, la historia de Sierra Mojada nos recuerda cómo una combinación de astucia, estrategia y, en cierto modo, la embriaguez, cambió el destino de un remoto rincón en el desierto, llevándolo a convertirse en parte integral de Coahuila y desencadenando una fiebre de riqueza mineral que marcó su historia. 

Por: Gorki Belisario Rodríguez Ávila.  

Fotografía: Archivo.  

Por historias