Un 27 de octubre de 1987 en el municipio de Meoqui, un grupo de niños experimento un encuentro paranormal, avistando a seres de estatura baja y verde, posiblemente extraterrestres.
El Inquietante 27 de Octubre de 1987.
HISTORIASMX. – Era un día como cualquier otro en el tranquilo barrio de Nuevo, en Ciudad de Meoqui, Chihuahua. Pero el 27 de octubre de 1987, un grupo de niños experimentó algo que cambiaría sus vidas y pondría a su ciudad en el centro de la atención mundial. Jugaban en el patio de la casa ubicada en la esquina de Francisco Ramírez y Moctezuma cuando, de repente, unos pequeños hombrecillos blancos y rojos, de no más de 20 centímetros, emergieron de la tierra. Sin pensarlo dos veces, los niños comenzaron a jugar con estos extraños seres en secreto.
El Secreto Revelado.
Los niños mantuvieron su increíble descubrimiento en secreto durante un tiempo, hasta que uno de ellos, Willy, tuvo una experiencia aterradora. Mientras jugaba, arrojó agua a uno de los humanoides, y este, en respuesta, le tocó el brazo, provocándole una lesión entre quemadura y rasguño. Asustado y herido, Willy pidió ayuda, lo que finalmente reveló el misterio.
La Respuesta de la Comunidad.
La primera en llegar a socorrer a los niños fue Daneyra Lira Robles, quien ahora es una figura política reconocida. Ella llevó a Willy a la Cruz Roja, donde fue atendido por el socorrista Francisco Valenzuela. Al valorar la herida, Francisco le preguntó a Willy qué había sucedido, y el niño se mantuvo firme en su historia: había sido herido por uno de los «monitos» con los que jugaba. Los demás niños, presentes en el hospital, corroboraron su versión con dibujos de los misteriosos seres: pequeños humanoides blancos y rojos, con ojos grandes y cabezas desproporcionadas.
La Ola de Curiosidad.
La noticia se esparció rápidamente. Pronto, la casa de la familia Alvídrez se convirtió en el epicentro de la curiosidad pública. Gente de todas partes llegaba para ver el lugar de los hechos, mientras que la prensa nacional e internacional cubría la historia. Los boletos de autobús rumbo a Meoqui se agotaron y expertos de diferentes lugares llegaron para investigar.
Los Hombrecillos y la Historia de Meoqui.
A pesar de la expectación, los hombrecillos no volvieron a salir del patio de la casa. Sin embargo, los niños relataron detalles fascinantes sobre sus interacciones: los seres les hablaban en español pero con una voz que describieron como estereofónica, tenían pies parecidos a los de ranas y sus pechos se iluminaban. Algunos escépticos sugirieron que todo podría haber sido una invención influenciada por películas como «Encuentros cercanos del tercer tipo» y «E.T. el extraterrestre».
El Legado del Encuentro.
Fuera real o una invención, el incidente de los hombrecillos de Meoqui puso a esta pequeña ciudad en el mapa. Los habitantes, que antes vivían en el anonimato, de repente se encontraron en el centro de una historia que fascinaba al mundo entero. En 2010, el evento «Píntate Mono» permitió a los niños de la comunidad expresar su creatividad haciendo sus propios dibujos de seres interplanetarios, celebrando así un capítulo peculiar en la historia de Meoqui.
La historia de los hombrecillos de Meoqui, aunque debatida, sigue siendo una fascinante crónica de cómo un grupo de niños y unos misteriosos visitantes transformaron para siempre una pequeña comunidad de Chihuahua.