El hábitat del Cyprinodon macrolepis es tan peculiar como impresionante. Se encuentra en un manantial de agua clara y cálida, con temperaturas que varían entre los 29°C y los 34°C a lo largo del año.
HISTORIASMX. – Una emocionante revelación ha surgido en el mundo de la biología acuática con el hallazgo de una nueva especie de pez en el paradisíaco Ojo de Dolores, ubicado en el municipio de Jiménez, Chihuahua, México. Esta nueva especie ha sido identificada como Cyprinodon macrolepis Miller, 1976, popularmente conocida como «Cachorrito escamudo».
El descubrimiento, documentado en el Bulletin of the Southern California Academy of Sciences por el investigador R. R. Miller en 1976, revela la presencia de esta especie única en este manantial termal, ubicado a 12.5 km al sur-sureste de Jiménez, a una elevación de 1405 m sobre el nivel del mar.
El hábitat del Cyprinodon macrolepis es tan peculiar como impresionante. Se encuentra en un manantial de agua clara y cálida, con temperaturas que varían entre los 29°C y los 34°C a lo largo del año. La profundidad del agua oscila entre los 0.3 y 1.2 metros, con un sustrato compuesto por grava, arena, lecho rocoso y detritos. La presencia de vegetación, como algas verdes, Chara sp. y Potamogeton sp., complementa este ecosistema acuático. Además, la corriente es moderada, con una salinidad de 0.5 – 0.6 ppt y una conductividad de 1000 Mhos/seg.
En cuanto a su biología, el Cyprinodon macrolepis presenta comportamientos típicos de su género. Los machos establecen territorios y los patrullan agresivamente, expulsando a cualquier intruso y permitiendo solo la entrada de hembras para el desove. Este proceso ocurre durante todo el año, y los huevecillos fertilizados son dejados a su suerte después de la puesta. Su dieta se compone de algas filamentosas, pequeños macroinvertebrados y otros materiales comestibles presentes en el manantial.
La coloración distintiva del Cyprinodon macrolepis incluye un cuerpo gris azulado con barras tan gruesas como la pupila del ojo, siendo más notorias en la parte dorsal. Los machos presentan una aleta dorsal amarilla y una aleta caudal blanquecina con una banda distal negra, mientras que las hembras muestran un cuerpo amarillo verdoso con manchas oscuras irregulares.
Lamentablemente, a pesar de su fascinante existencia, el Cyprinodon macrolepis enfrenta serias amenazas. Ha sido catalogado como especie amenazada por SEDESOL en 1994 y se encuentra en peligro según la Norma Oficial Mexicana. La Lista Roja de la IUCN también lo clasifica como En Peligro desde 2007.
Este emocionante descubrimiento resalta la importancia de preservar los ecosistemas acuáticos únicos como el Ojo de Dolores y tomar medidas concretas para proteger a especies tan singulares como el Cyprinodon macrolepis.