En el vasto y árido paisaje del norte de México, entre las áridas llanuras y los suelos rocosos, florece una joya natural que ha cautivado a científicos y comunidades locales durante siglos: la candelilla (Euphorbia antisyphilitica).  

HISTORIASMX. – Este arbusto siempreverde, de aspecto modesto, oculta en su interior una belleza efímera que se manifiesta en forma de pequeñas flores en tonalidades de rosa, dando vida a las regiones semi-desérticas que habita. 

La candelilla, miembro de la familia Euphorbiaceae, es un arbusto de tallos compactos, sin hojas visibles, que pueden alcanzar hasta 90 centímetros de altura. Su peculiar nombre, «candelilla», proviene de la forma de sus tallos, que se asemejan a pequeñas velas o candelas, aunque también se dice que en el pasado se quemaban como velas para iluminación, debido a su alto contenido de cera. 

Este misterioso arbusto es nativo de México, y se encuentra principalmente en los estados del norte, aunque también ha sido avistado en el Altiplano y el Bajío. Sin embargo, su verdadero hogar son los climas desérticos, donde se aferra a suelos rocosos en un esfuerzo por sobrevivir en un entorno tan desafiante. 

La candelilla es una especie de gran importancia, no solo por su singular belleza, sino también por su valor medicinal. Desde tiempos antiguos, las comunidades indígenas conocían y aprovechaban las propiedades curativas de esta planta, utilizando su jugo para tratar la enfermedad venérea de la sífilis. Hoy en día, la cera de candelilla se considera útil en el tratamiento de diversas afecciones. 

Durante la temporada de lluvias, la candelilla muestra su esplendor al llenarse de pequeñas flores de color rosa. Estas flores, aunque efímeras, agregan un toque de belleza al paisaje desértico y atraen la atención de los observadores de la naturaleza. 

Este arbusto también es conocido por su resistencia a plagas y enfermedades, lo que lo convierte en un tesoro natural en un ecosistema tan extremo. Además, su presencia se asocia comúnmente con otras plantas del desierto, como la lechuguilla, el sotol, el pasto chino, el ocotillo y varios tipos de cactus, creando un entorno ecológico único. 

La historia de la candelilla está ligada a la investigación botánica y al reconocimiento de su importancia. En 1829, el botánico J.G. Zuccarini describió por primera vez esta planta con el nombre científico Euphorbia antisyphilitica, destacando sus propiedades medicinales. Más tarde, en 1909, G. Alcocer la clasificó como Euphorbia cerifera, resaltando su capacidad para producir cera, la cual actúa como una capa protectora y retentora de humedad. 

Hoy en día, la candelilla sigue siendo una especie de gran relevancia, protegida por la Convención CITES (Apéndice II) debido a su explotación limitada y su importancia ecológica y medicinal. Esta planta, con sus flores de rosa delicado y su historia entrelazada con la cultura y la botánica de México, continúa siendo un símbolo de la riqueza natural y cultural de la región norteña del país. 

Por: Gorki Belisario Rodríguez Ávila.  

Fotografía: Historiasmx / Gorki Rodríguez.  

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