Fotografía: HISTORIASMX.

En el norte de México, este fenómeno meteorológico ha traído consigo un invierno especialmente frío, con nevadas en la Sierra Tarahumara.

HISTORIASMX. –Según la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA), el Fenómeno de El Niño, que ha estado en una fase positiva intensa, está mostrando signos de debilitamiento después de alcanzar su máximo de intensidad tras seis meses de fortalecimiento continuo.

Aunque este evento se perfila como uno de los cinco más intensos registrados, no alcanzará el estatus de Súper El Niño. Las anomalías de temperatura en las regiones de monitoreo de El Niño han sido significativas, clasificando el evento como un El Niño fuerte.

En el norte de México, este fenómeno meteorológico ha traído consigo un invierno especialmente frío, con nevadas en la Sierra Tarahumara, pero también un clima mayormente seco en el resto del estado, lo que ha provocado una prevalencia de la sequía en la mayor parte del territorio.

Sin embargo, en los últimos meses, una burbuja de aguas frías en el Pacífico occidental ha comenzado a debilitar las anomalías positivas de la temperatura de la superficie del mar, lo que sugiere que El Niño no se intensificará más y es probable que se debilite en los próximos meses, con una alta probabilidad de terminar en abril de 2024.

Tras el debilitamiento del Fenómeno de El Niño, la atención ahora se centra en la posibilidad de que La Niña tome su lugar en el escenario climático. Según la NOAA, hay una probabilidad cada vez mayor de que La Niña se desarrolle en el período de junio a agosto de 2024, con un 55% de probabilidad.

La Niña, caracterizada por temperaturas más frías de lo normal en las aguas del océano Pacífico tropical central y oriental, puede tener una serie de impactos en el clima global, especialmente en el continente americano. Algunos de los posibles efectos incluyen un cambio en los patrones de lluvia, con tendencia a aumentar las precipitaciones en algunas regiones y disminuirlas en otras, lo que podría provocar sequías e inundaciones. Además, se espera un impacto en la temporada de huracanes en el Atlántico, con un aumento en la actividad de tormentas tropicales y huracanes.

Los pronósticos climáticos continuarán monitoreando la situación para proporcionar información actualizada sobre el desarrollo de La Niña y sus posibles impactos en el clima global.

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