En medio de la pandemia, cuando muchas voces sugerían «Quédate en Casa,» Hernández optó por transformar la adversidad en oportunidad, llevando sus melodías a las calles de Parral.
HISTORIASMX. – La música, como expresión cultural, ha encontrado en Carlos Hernández, saxofonista urbano de 63 años, un apasionado defensor durante tiempos desafiantes. En medio de la pandemia, cuando muchas voces sugerían «Quédate en Casa,» Hernández optó por transformar la adversidad en oportunidad, llevando sus melodías a las calles de Parral.
Originario de la ciudad, Carlos Hernández no se limitó a esperar mientras las oportunidades para los músicos menguaban. Decidió sacar el saxofón a las calles, compartiendo su talento y su amor por la música con la comunidad. Con cuatro décadas de experiencia musical, Carlos ha trabajado como perforista en minas y actualmente se desempeña como afanador en el estacionamiento de la Gómez Morín, demostrando que la pasión por la música puede coexistir con la responsabilidad familiar.
En el pasado, Hernández formó parte de grupos y bandas, pero la pandemia trajo consigo una reducción significativa de eventos sociales y oportunidades laborales para los músicos. Ante esta situación, Carlos decidió apostar por la música urbana, llevando sus interpretaciones a las calles de Parral.
«Cuando tocas en las calles, tocas para la gente, para todos. Es una forma de llegar al corazón de la comunidad», expresó Hernández. Sin embargo, su dedicación no ha estado exenta de desafíos, ya que ha enfrentado obstáculos por parte de inspectores municipales que, hasta el momento, no le han otorgado el permiso correspondiente.
Carlos reconoce que, a pesar de la nobleza de la gente que disfruta de sus baladas románticas, las autoridades locales no siempre facilitan el desarrollo de talentos en espacios públicos. Aún así, mantiene la esperanza y planea dialogar con el presidente municipal, César Peña Valles, para obtener la autorización necesaria y continuar compartiendo su música en las calles de Parral.
El saxofonista urbano enfatiza la importancia de apoyar a los talentos locales y fomentar la cultura en la comunidad. «Ser músico urbano es apostarle a la cultura. Parral es una ciudad cultural en el estado, pero las autoridades pueden hacer más para promover la música en los espacios públicos,» agregó Hernández.
Con determinación y pasión, Carlos Hernández espera superar los obstáculos y seguir siendo un embajador musical en las calles de Parral, inspirando a los jóvenes y demostrando que el arte puede ser una fuente de sustento y alegría en tiempos desafiantes.
Fotografía: Archivo.