El estado ya experimenta una disminución del 40 por ciento en la producción de todos los cultivos debido a la falta de humedad, incluso en tierras con acceso a riego.
HISTORIASMX. – Una grave sequía amenaza el futuro de la agricultura en el estado de Chihuahua, con la cantidad de agua almacenada en las presas de la región, especialmente en la zona centro-sur, solo permitiendo la siembra del 45 por ciento de la superficie cultivable para el año 2024. Este pronóstico impactará no solo en la cantidad de alimentos disponibles, sino también en los precios y la empleabilidad en la región.
El estado ya experimenta una disminución del 40 por ciento en la producción de todos los cultivos debido a la falta de humedad, incluso en tierras con acceso a riegon. La situación es aún más crítica en las zonas temporales, y se teme que en la Sierra de Chihuahua la escasez de alimentos alcance niveles alarmantes.
Arturo Zubia Fernández, jefe de Agricultura de la Secretaría de Desarrollo Rural, informó que en las zonas de riego, la producción ha disminuido entre un 35 y un 40 por ciento en cultivos como el maíz, frijol, sorgo y algodón, entre otros. La sequía es tan intensa y severa que el estado de Chihuahua es uno de los más afectados en el norte de México.
Se ha vuelto urgente que el gobierno federal declare una situación de emergencia para proporcionar fondos y abordar esta sequía que está azotando la región. Los productores han solicitado a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) que retrase el plan de riego, con la esperanza de que durante el invierno las presas puedan captar más agua y mejorar la asignación, lo que permitiría incrementar la superficie cultivable.
Sin embargo, Arturo Zubia Fernández estima que la siembra de cultivos se reducirá entre un 40 y un 45 por ciento en 2024, lo que representa un 55 por ciento menos en comparación con el 2023, cuando se autorizó la siembra del 100 por ciento de la superficie cultivable. No se vislumbra una recuperación significativa en los niveles de almacenamiento de agua en las presas, lo que afectará gravemente la producción y la economía regional.
A lo largo de este año, las presas de Chihuahua han mostrado una disminución significativa en sus niveles. La presa La Boquilla, por ejemplo, abrió al 33 por ciento en el 2022, al 79 por ciento en este año y cerrará el ciclo actual al 38 por ciento. La evaporación y las filtraciones naturales de las presas harán que los niveles de almacenamiento se mantengan bajos.
Esta situación se traducirá en una disminución de cultivos, lo que llevará a menos producción y empleo, impactando negativamente la economía regional. Además, la Secretaría de Desarrollo Rural (SDR) ha implementado un programa para proporcionar semillas subsidiadas de frijol a los productores. Sin embargo, la reducción drástica en las solicitudes de semillas refleja la gravedad del problema, ya que solo se han recibido 73 solicitudes.
Arturo Zubia señala que la zona temporalera muestra una producción nula de frijol, lo que genera preocupación por la escasez de este alimento básico. Se prevé que sea necesario importar frijol para satisfacer la demanda, ya sea de otros estados o del extranjero, lo que podría tener un impacto significativo en el costo de vida para los ciudadanos.
La SDR también está trabajando en establecer alianzas con productores en las Colonias Menonitas y otras regiones para comercializar el forraje y evitar que se queme, destinándolo como alimento para el ganado. Estas acciones buscan mitigar el impacto de la sequía en la región.
La sequía actual en Chihuahua es la más intensa en los últimos 33 años, según datos de la Comisión Nacional del Agua. A pesar de los esfuerzos para mitigar los efectos de esta crisis, la incertidumbre persiste, ya que se espera que las lluvias sean necesarias para recuperar la humedad del suelo y aumentar los niveles de agua en las presas antes del inicio del ciclo agrícola de 2024.
Fotografía: HISTORIASMX.