La sequía extrema y las limitaciones en los afluentes ponen en jaque al estado, dificultando el cumplimiento del Tratado Internacional de Agua.
HISTORIASMX. – Chihuahua enfrenta una severa crisis hídrica que deja a seis de sus ocho distritos de riego sin agua para el ciclo agrícola 2024-2025, según Salvador Alcántar Ortega, presidente de la Asociación de Usuarios de Riego en el Estado de Chihuahua. Solo los distritos 090 de Ojinaga y 009, que dependen de aguas residuales y de la presa El Granero, podrán operar con un ciclo agrícola restringido.
La sequía, un problema agravado.
El estado, que tradicionalmente aporta la mayor parte del caudal al río Bravo a través del río Conchos y otros afluentes, enfrenta niveles de agua críticamente bajos. Desde el ciclo 36, iniciado en octubre de 2020, el río Conchos ha entregado 360.36 Mm³ de los 530.236 Mm³ asignados a Estados Unidos por el Tratado Internacional de Agua. Sin embargo, la falta de excedentes debido a la sequía ha dificultado el cumplimiento de estas obligaciones.
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El Acta 331 y el descontento de los productores.
La firma del Acta 331 permitió a México utilizar el agua de los ríos San Juan y Álamos para compensar los aportes al río Bravo. Esta medida, sin embargo, generó descontento entre los productores de Tamaulipas, quienes cuentan con mayores recursos hídricos y ven en esta acción una amenaza a sus reservas.
El tratado estipula que las dos terceras partes del caudal aportado deben provenir de afluentes como los ríos Conchos, San Diego, San Rodrigo, Escondido, Salado y el arroyo de las Vacas, pero las cifras reflejan un descenso alarmante en las aportaciones.
Un panorama incierto para el campo chihuahuense.
Don Salvador Alcántar destacó que las condiciones secas y la ausencia de agua en las presas dificultan cumplir con el tratado y sostener las actividades agrícolas.
“Con estas condiciones secas y sin agua en las presas, México se quedará con un saldo en contra; será muy difícil cumplir con nuestras obligaciones y mantener la producción,” expresó.
La situación actual no solo afecta al sector agrícola, sino que pone en peligro el equilibrio ambiental y social de Chihuahua. Las autoridades locales y los usuarios de riego enfrentan el reto de gestionar eficientemente los escasos recursos hídricos y buscar soluciones sostenibles para garantizar el futuro del estado.
La sequía en Chihuahua no es solo un problema del presente, sino un desafío que exige medidas urgentes y estratégicas para el futuro.