El estado de Chihuahua alberga una riqueza natural incomparable que se protege mediante la designación de Áreas Naturales Protegidas.
HISTORIASMX. – Chihuahua, con sus barrancos, montañas, desiertos y llanuras, es hogar de ecosistemas únicos en México. Para preservar esta diversidad, diversas regiones han sido declaradas Áreas Naturales Protegidas (ANP), espacios esenciales para conservar la flora, fauna y recursos naturales. Aquí destacamos algunos de los lugares más emblemáticos:
Médanos de Samalayuca.
Este paisaje desértico de 63,182 hectáreas, al sur de Ciudad Juárez, es conocido por sus dunas de arena sílica blanca. Declarado ANP en 2009, es un paraíso para el turismo de aventura, con actividades como sandboarding y recorridos en vehículos todo terreno.
Reserva de la Biósfera de Janos.
Con 530.5 hectáreas, esta reserva en el noroeste protege pastizales y serranías. Es conocida por albergar la única manada silvestre de bisontes en México y colonias de perros de la pradera. Su conservación enfrenta retos como la sobreexplotación del acuífero.
Reserva de la Biósfera de Mapimí.
Reconocida por la UNESCO en 1979, esta reserva se extiende por Chihuahua, Durango y Coahuila. Alberga especies adaptadas a condiciones extremas, como la tortuga desértica y el correcaminos, y es un centro de investigación científica.
Parque Nacional Cascada de Basaseachi.
Decretado en 1981, abarca 5,803 hectáreas y es famoso por la cascada que da nombre al parque, una caída de agua de 246 metros, la segunda más alta de México. Sus bosques de pino y encino son hábitat del puma y el águila real.
Cerro Mohinora.
Con 9,125.25 hectáreas, es el punto más alto del estado, alcanzando 3,307 metros sobre el nivel del mar. Su biodiversidad incluye árboles como el pino y fresno, además de especies como el oso negro y la trucha dorada mexicana.
Parque Nacional Cumbres de Majalca.
Este parque de 4,772 hectáreas es conocido por sus formaciones rocosas únicas y bosques de coníferas. Desde 1939, ha sido un refugio para especies en peligro, como el oso negro.
Tutuaca.
Con 444,488.69 hectáreas, fue la primera ANP en Chihuahua, declarada en 1937. Su vasta extensión de bosques de pino y encino es crucial para conservar acuíferos y especies como la cotorra serrana occidental.
Papigochi.
Cubriendo 222,767.85 hectáreas, este lugar resguarda bosques antiguos que albergan especies como el pinabete espinoso y el oso negro. Es esencial para la biodiversidad y uno de los últimos relictos de bosques antiguos del mundo.
Río Bravo del Norte.
Declarado Monumento Natural en 2009, abarca 2,175 hectáreas en Chihuahua y Coahuila. Este río, con 3,000 km de longitud, es vital para la biodiversidad y comunidades humanas, albergando más de 450 especies de aves y otros animales emblemáticos.
Campo Verde.
Con 108,067 hectáreas, esta ANP protege bosques de pino blanco y encino, hogar de fauna endémica como el ajolote tarahumara y la cotorra serrana occidental.
Cañón de Santa Elena.
Fundado en 1994, este ANP de 277,209 hectáreas resguarda especies protegidas como el oso negro y el águila real, además de ecosistemas desérticos únicos.
Un llamado a la conservación.
Las Áreas Naturales Protegidas de Chihuahua no solo son refugios para la biodiversidad, sino también destinos ideales para el ecoturismo y la investigación científica. Sin embargo, enfrentan desafíos como la deforestación, el cambio climático y la actividad humana descontrolada. La preservación de estos espacios es esencial para garantizar un futuro sostenible para el estado y el país.