De la caída en Ojito, Durango, a La Ciudad del Niño en Parral: cómo un avión del cártel de Cali terminó convertido en atracción para niños.
HISTORIASMX. – Un accidente en septiembre de 1991 marcó la historia de Parral, Chihuahua, cuando un avión tetramotor Douglas DC-6, que transportaba más de 3.5 toneladas de droga desde Colombia hacia el “Triángulo Dorado”, cayó a 60 kilómetros de la ciudad, en el poblado de Ojito, Durango. El incidente ocurrió casi siete años después de otro hecho relevante en la región: la incineración de más de 5 mil toneladas de marihuana en Búfalo, Chihuahua, propiedad del narcotraficante Rafael Caro Quintero. El siniestro atrajo la atención de la prensa tanto nacional como internacional hacia el sur de Chihuahua y el norte de Durango.
Una falla mecánica y un aterrizaje forzoso.
Según los archivos periodísticos, el DC-6 que había despegado de Colombia y pertenecía al cártel de Cali, rival del cártel de Medellín, sufrió una falla mecánica que obligó a los pilotos a realizar un aterrizaje de emergencia. La nave transportaba toneladas de cocaína con destino a Concepción Peña Rodríguez, alias “El Chon”, un narcotraficante originario de Parral, quien fue arrestado en el lugar por la Policía Judicial Federal. Este fue uno de los eventos que más resonaron en aquella época, demostrando cómo los cárteles colombianos controlaban el tráfico de drogas en México.
De Ojito a La Ciudad del Niño: un proceso largo y complicado.
Durante 15 años, el avión permaneció abandonado en una parcela del señor Villalobos, a pie de carretera, y se convirtió en un punto de curiosidad para los viajeros. En 2005, después de un esfuerzo del entonces alcalde de Parral, Miguel Jurado Contreras, el Gobierno federal concedió la custodia de la nave. Más de 60 kilómetros de trayecto desde Ojito, Durango, hasta Parral, Chihuahua, y el trabajo de decenas de personas, fueron necesarios para transportar la estructura y convertirla en una atracción de La Ciudad del Niño, un parque infantil en Parral.
Modificaciones y nuevo propósito del avión del cártel.
Una vez en Parral, el avión fue rehabilitado y adaptado como una sala de conferencias, equipada con nuevos asientos, una pantalla y señalización vial. Durante años, sirvió como aula de educación vial para los niños, quienes tomaban clases sobre seguridad y realizaban exámenes de conducción. Hoy en día, el avión continúa siendo un atractivo especial en La Ciudad del Niño, permitiendo que los pequeños de Parral exploren el interior de una nave con un pasado oscuro pero transformado en una herramienta de aprendizaje.
Esta increíble transformación refleja cómo un símbolo del narcotráfico se convirtió en un espacio educativo y de entretenimiento, capturando la atención de generaciones jóvenes en Parral y convirtiéndose en parte de la memoria colectiva de la región.