La tortuga del Bolsón de Mapimí (Gopherus flavomarginatus), una especie en peligro de extinción, se encuentra en condiciones inadecuadas en la Casa de la Cultura de Parral. La extracción de estos ejemplares de su hábitat natural es un delito que puede acarrear sanciones severas.
HISTORIASMX.- La tortuga de tierra Gopherus flavomarginatus, también conocida como tortuga del Bolsón de Mapimí, es una especie endémica de México y se encuentra en grave peligro de extinción. Esta tortuga terrestre, que habita en las regiones desérticas de Chihuahua, Durango y Coahuila, está protegida por leyes nacionales e internacionales debido a la disminución alarmante de su población. Sin embargo, en un acto que roza la negligencia, algunos ejemplares de esta especie han sido colocados en la Casa de la Cultura del municipio de Parral, en condiciones que no cumplen con los requisitos para su bienestar, lo que pone en riesgo su supervivencia.
Condiciones inadecuadas para su supervivencia.
Actualmente, solo quedan tres ejemplares de tortugas de esta especie en la Casa de la Cultura de Parral, según informes. Estas tortugas requieren una temperatura mínima de 35 grados Celsius para sobrevivir, y deben estar en terrarios especiales que simulen las condiciones de su hábitat natural en el Bolsón de Mapimí. Sin embargo, estas tortugas se encuentran en un entorno inadecuado, donde el personal de mantenimiento realiza riegos de pasto, lo que genera un ambiente frío y húmedo que las enferma. El riesgo de muerte por hipotermia es inminente, especialmente ahora que entran en el periodo de hibernación, que inicia en octubre y dura hasta marzo o abril.
El peligro de extinción de la tortuga del Bolsón de Mapimí.
La tortuga del Bolsón de Mapimí fue descubierta en 1959 y es la más grande de las tortugas del género Gopherus de América del Norte, con una longitud de hasta 46 cm. Este animal emblemático habita en el desierto de Chihuahua, en una región conocida como Bolsón de Mapimí, que se extiende entre los estados de Chihuahua, Durango y Coahuila. A pesar de estar protegida desde 1979, cuando se creó la Reserva de la Biosfera de Mapimí para preservar esta especie, la tortuga sigue enfrentando amenazas graves, como la ganadería, la minería y el desarrollo agrícola.
En 1991, se estimaba que menos de 10,000 tortugas permanecían en estado silvestre. Sin embargo, la más reciente investigación de la UICN en 2018 redujo esa cifra a solo 2,500 adultos, lo que representa una disminución del 64% al 75% en menos de 30 años. La pérdida de hábitat, la recolección ilegal para consumo humano y el comercio de mascotas han sido los principales factores de su declive.
La extracción ilegal: Un delito que requiere sanción.
La extracción de estas tortugas de su hábitat natural no solo es inmoral dada su situación crítica, sino que es un delito que está penado por la ley. Las autoridades municipales que llevaron estos ejemplares a la Casa de la Cultura de Parral y las personas involucradas en su captura y traslado deben enfrentar sanciones legales. De acuerdo con la legislación mexicana, la captura y el tráfico de especies en peligro de extinción, como la Gopherus flavomarginatus, pueden acarrear multas e incluso penas de cárcel.
Es responsabilidad del Gobierno Municipal de Parral y de las autoridades estatales actuar de manera urgente para devolver estas tortugas a su hábitat natural o transferirlas a un centro de conservación que garantice las condiciones adecuadas para su supervivencia. Además, se debe investigar a fondo cómo llegaron estos ejemplares a la Casa de la Cultura y aplicar las sanciones correspondientes.
La hibernación y el riesgo de muerte.
Con la llegada del mes de octubre, las tortugas entran en un periodo de hibernación, durante el cual deben estar en condiciones óptimas para poder sobrevivir al invierno. En su hábitat natural, estas tortugas cavan cuevas donde se refugian durante meses, hasta que las temperaturas comienzan a subir nuevamente en marzo o abril. Sin embargo, en la Casa de la Cultura, las tortugas no cuentan con un entorno adecuado, y su único refugio, una cueva artificial, se derrumbó el año pasado debido a la humedad excesiva provocada por el riego del pasto.
El pasado año, una de las tortugas hembra murió durante la hibernación debido a las malas condiciones del entorno. Si las autoridades no actúan pronto, los tres ejemplares restantes corren el riesgo de morir de hipotermia.
Urgencia de acciones para su conservación.
La tortuga del Bolsón de Mapimí es parte del patrimonio natural de México, y su extinción sería una pérdida irreparable para la biodiversidad. Las autoridades deben tomar acciones inmediatas para garantizar la conservación de estos ejemplares y devolverlos a un ambiente adecuado. Entre las medidas urgentes a considerar están:
- Traslado de las tortugas a un centro de conservación especializado donde puedan recibir los cuidados que necesitan.
- Aplicación de sanciones a quienes fueron responsables de sacar a las tortugas de su hábitat y llevarlas a la Casa de la Cultura.
- Campañas de sensibilización para la población sobre la importancia de proteger a las especies en peligro de extinción.
- Coordinación con autoridades ambientales para garantizar el cumplimiento de las leyes que protegen a la fauna silvestre.
Un llamado a la acción.
La situación de las tortugas Gopherus flavomarginatus en la Casa de la Cultura de Parral es crítica. La negligencia de las autoridades municipales ha puesto en peligro la vida de estos animales, y es necesario que se tomen medidas urgentes para garantizar su protección y conservación. No podemos permitir que una especie tan valiosa para la biodiversidad mexicana siga en peligro debido a acciones irresponsables. Es momento de que las autoridades asuman su responsabilidad y actúen en consecuencia para salvar a estos ejemplares y preservar su hábitat natural.
Por: Gorki Rodríguez.